


AGENCIA
Salina Cruz, Oaxaca.– A tres años de la cuestionada muerte de Abigail Hay Urrutia dentro de los separos de la comandancia de la policía municipal, la historia se repite: Andrea Tamara Balderas Alegría fue localizada sin vida en circunstancias aún poco claras, bajo resguardo de la misma corporación.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca activó el protocolo de investigación por feminicidio y puso a disposición del Ministerio Público a diez policías municipales que se encontraban de turno la madrugada del sábado 13 de septiembre, cuando ocurrió el deceso. El caso revive las dudas sobre la actuación de los elementos y la responsabilidad de las autoridades municipales.
Andrea Tamara había sido detenida por agentes locales y trasladada a la comandancia. Horas después apareció muerta dentro de una celda. La Fiscalía de Oaxaca informó que un equipo especializado en feminicidios trabaja en la zona del Istmo de Tehuantepec para esclarecer los hechos.
La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca también acudió a la comandancia para entrevistar a los policías a cargo de la custodia y acompañar a la familia de la víctima. Asimismo, abrió un expediente de queja y se comprometió a vigilar que la investigación se realice con perspectiva de género.
El caso cobra mayor relevancia porque ocurre en la administración del alcalde Daniel Méndez Sosa, quien ha ocupado el cargo dos veces consecutivas, primero bajo las siglas de Morena y actualmente con el Partido del Trabajo. Coincidentemente, tanto Abigail como Andrea fallecieron bajo custodia policial en sus periodos de gobierno.
Las familias de ambas mujeres denuncian un patrón de encubrimiento. En el caso de Abigail, ocurrido el 19 de agosto de 2022, su padre, José Luis Hay Hay, acusó públicamente que su hija fue “torturada, golpeada y asesinada dentro de la cárcel de la comandancia municipal”, mientras que el Registro Civil intentó modificar el acta de defunción para hacer parecer que murió en la vía pública. La carpeta de investigación 28868/FIST/SALINA/2022 estableció como hipótesis inicial un suicidio con una prenda íntima, lo que la familia ha rechazado.
En redes sociales se ha difundido que Andrea Tamara había denunciado meses antes abuso de autoridad, allanamiento de morada y abuso sexual contra su hija, supuestamente cometidos el 11 de abril de 2025. Aunque las autoridades estatales no han confirmado ni desmentido esta información, el antecedente agrega un elemento de suspicacia al nuevo caso.
La Fiscalía General del Estado asegura que serán los peritajes forenses los que determinen con precisión las causas de la muerte de Andrea. Mientras tanto, la indignación crece en Salina Cruz, donde las familias de Abigail y Andrea ven en ambas muertes un mismo patrón de violencia institucional, negligencia y complicidad política.

