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El minutero

Superiberia

 

FRUTSICOPS  Y PINGÜINEITORS

 

¡Más agiles que una tortuga, más fuertes que un ratón, más nobles que una lechuga, su escudo es un corazón!. Y no son el Chapulín Colorado sino los integrantes de la llamada Fuerza Civil (FC). Esos policías saben hacer de todo, según lo dijo el gobernante en turno en su presentación: están capacitados en inteligencia policial -¿qué será eso?-, gestión social – ¿cortan cabello, ponen inyecciones y extirpan verrugas?- en atención a las causas de la delincuencia organizada (sic, o sea ¿analizan porque los malos se volvieron malos?) y en la prevención del delito.

 Ellos forman  la segunda corporación de seguridad mejor equipada del país, manejan desde un triciclo hasta un avión pasando por los drones y los cohetes espaciales. Vaya, son un hibrido de McGiver, Chanoc, Rambo y Terminator. Con un cortaúñas con capaces de construir un arma poderosa para vencer a los malvados y con una resortera vencen a cualquier  banda malandra. El gobernante en turno lo  dijo ayer muy claramente: son el “complemento perfecto”.

 Todos  son un estuche de monerías, nada más lean lo que se explicó de ellos: están entrenados en técnicas básicas, entre ellas el bastón TR24 –que no es otra cosa que la popular macana para apalear a los detenidos-, radiocomunicación, armamento, tiro policial, condición física, defensa personal,  natación, buceo, paracaidismo –¿los entrenaron los 400 Pueblos y Antorcha Campesina?-, rappel, primeros auxilios, coaching, liderazgo, cadena de custodia, proximidad ciudadana -¡eso si da miedo!-, negociación de conflictos, y comunicación efectiva.

 Por si fuera poco se aprendieron de memoria los protocolos de la ONU, la ACNUR, la UNODC y la United Nation Office on Drugs and Crime –lo último es en inglés porque también son bilingües para que no queden mal si se topan con un delincuente gringo- y además fueron a tomar cursos a Estados Unidos, Francia, España, Guatemala, Belice, El Salvador, Republica Checa, Israel, Italia y Canadá. Pero lo más importante es que son dos mil policías de élite es que están entrenados para garantizar el resguardo de los pastelillos y las bebidas azucaradas.

 No hay que olvidar que en Veracruz ya solo se roban los  “frutsis” y “pingüinos”, según el despachante de palacio de gobierno y con la FC pondrá un alto a esos maleantes que ambiciona esos deliciosos aperitivos.  Qué tiemblen los facinerosos porque estos policías son verdaderos Pingüinetors y Fruticops. Por eso las siglas de  FC  -de Frutsis y Chocorroles- eso de “Fuerza Civil” solo es para despistar al enemigo.

 También tendrán jefes de élite, además del defeño Arturo Bermúdez egresado de una escuela denominada West Point –así se llama la escuela, no es un producto Marinela-, los responsables de FC serán el agente Mike Goodness y el Cabo Chocorrol, aquellos personajes fabulosos del caricaturista Rafael Barajas, y que son buenísimos para resolver casos difíciles en materia de seguridad pública. Así, desde ayer los veracruzanos ya se pueden decir salvados y gritar con toda seguridad:  ¡Ni un frutsi más para los malosos!, ¡Ni un pingüino más secuestrado!, ¡Ningún chocorrol desaparecido!.

 

QUE SE APURE

 

Por cierto, en la tierra de los “frutsis” y los “pingüinos”, el copetón Enrique Peña Nieto vino el lunes pasado  entregar apoyos “Prospera” a los pobres –vaya, ironía-, y de paso abordó el tema que arde en el país: la narcopolítica que tiene en jaque al estado de Guerrero donde 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa siguen desaparecidos, caso que evidenció que el gobierno estatal y los ayuntamientos tienen nexos con el crimen organizado.

 

De visita en  Poza Rica, al norte de la entidad, el mexiquense afirmó que la federación intervendrá en todos los municipios donde se sospeche que hay una infiltración de la delincuencia en sus organigramas edilicios. Ya lo hicieron con Iguala donde su munícipe José Luis Abarca, anda prófugo  y en otros tres ayuntamientos.  Lo malo es que al copetón no le alcanzarán los policías para ocupar a todos los narco-ayuntamientos, pues, la clase política tiene rato que está tendida en esas hamacas.

 Sin duda es un  tema delicado que también compete a Veracruz y si promete que se intervendrá a  los municipios donde haya indicios de que los que gobiernan no están al servicio de los ciudadanos sino de los grupos delictivos, se debe apurar porque a nivel local hay varios lugares que requieren esa intervención.  El caso más visible es Coatepec, donde la  voz popular habla de nexos oscuros del alcalde Roberto Pérez Moreno.

 Empero, este edil apodado “Juanelo” es protegido por las autoridades estatales a las que no tarda en  estallarle su Iguala. Ya tuvieron un primer aviso hace algunas semanas con el secuestro y homicidio del tesorero del ayuntamiento Guillermo Pozos Rivera, cuyo cuerpo sin vida se localizó a finales de agosto luego de varios días de haber sido secuestrado. En ese asunto se  ha involucrado a Pérez Moreno.

 Es más, el 25 de septiembre el Ejército llegó al palacio municipal de Coatepec para detener a policías bajo el mando del alcalde, pues estos participaron en el plagio y homicidio del funcionario. En Coatepec la ciudadanía está expuesta al terror como lo estaban los habitantes de Iguala con el perredista José Luis Abarca y entonces Peña Nieto se debe dar prisa para que no suceda en Veracruz lo mismo que en Guerrero.

 

TODOS LO SABEN

 

En las redes sociales se difunde una grabación del exdirector de Tránsito del estado en tiempos del alemanismo, Tomás Mundo Araiza durante una reunión con transportistas en la que  se presentó como operador electoral del senador José Yunes Zorrilla y se lanzó contra el gobernante en turno. En la misma, el exfuncioanrio dice que Veracruz está  “vetado” por Los Pinos debido al desastre que tienen en la administración estatal. (https://www.youtube.com/watch?v=lB_Wu21x50I).

 Aunque Mundo Araiza no es un ejemplo de virtud ni mucho menos de decencia en la actividad pública  nadie le puede restarle la veracidad a sus dichos. Dice que las declaraciones de los funcionarios estatales dan pena ajena y ofende la inteligencia, y pone como ejemplo las declaraciones de gobernante estatal sobre que en  Veracruz bajó la delincuencia y el secuestro. Más que cierto -y le faltó agregar el último desatino de ahora solo se roban los  “frutsis” y los “pingüinos” aunque esa frase habría sido posterior al encuentro que sostuvo con transportistas-

 También afirma que el copetón Enrique Peña Nieto desconfía del cordobés y tiene una especie de bloqueo hacia Veracruz. Efectivamente, así es. Las visitas que Peña Nieto ha realizado a la entidad ni por asomo son un “espaldarazo” al mandatario local, como pregonan los lisonjeros locales, sino lo  hace para tratar de levantar su popularidad y la del Partido Revolucionario Institucional en una entidad tan maltrecha por el desempeño de las autoridades locales y con el objetivo de  evitar la catástrofe electoral venidera.

 Claro que la entidad está vetada, si no lo estuviera el gobierno local no estuviera en apuros para sacar la organización de los Juegos Centroamericanos y del Caribe No se envía dinero por la simple razón de que los recursos que han sido ministrados se los han robado. Además la obra pública está paralizada y no hay dinero ni para cubrir pensiones, becas y sueldos de maestros. Entonces, en todo le asiste la razón a Mundo Araiza, aunque lo que dijo del duartismo tampoco es la llave de un tesoro inmenso. En la entidad y en el resto del país todos lo saben.

 Lo que si no es creíble que ubique al senador  José Yunes Zorrilla y al mismo Peña Nieto como los salvadores y la “única esperanza” para los veracruzanos. Vaya, ahí si se voló la barda. Ni uno ni el otro son la opción, lo han demostrado en sus hechos. Pero el tema de Yunes Zorrilla, es asunto aparte para otro texto. Por ahora, el duartismo va contra el exfuncionario alemanista porque soltar la lengua siendo priísta. Lo crucificarán mediáticamente y si se descuida lo pueden agarrar a pingüinazos.

 

VA DE RETRO

 

Mientras eso sucede, los demonios se soltaron en el sur de la entidad. El lunes pasado el exgobernante estatal, el innombrable, se apersonó en una escuela para iniciar una especie de campaña. Ya regresó al ruedo político. Allá habló, gesticuló, prometió y hasta se comprometió. El vaho de la serpiente envolvió a los asustados alumnos.  ¿Dónde está el famoso Blindaje Coatzacoalcos que no actuó?. El ínclito no viene por los frutsis ni por los pingüinos sino a llevarse lo que queda de la tienda, ya desvalijada en su sexenio.

 El otro frente del azufroso exfuncionario se conoció el fin de semana en el puerto de Veracruz  donde  la oaxaqueña Carolina Gudiño salió a ventanearse en una carrera que tenía una buena intención -la lucha contra el cáncer de mama- pero la pervirtió al usarla para anunciar sus malsanas intenciones para el  2015 pues pretende ser candidata a la diputación federal.  Los inocentes creyeron que se refería al Altísimo cuando mencionó esa frase de que “los tiempos de Dios son perfectos”. No, para nada, en realidad   se refería al dios que ella adora, el señor de la maldad. Los tiempos son los del innombrable, los que ella sigue al pie de la letra porque es su acólita más fiel. 

Lo dijeron muchos políticos y observadores por allá del 2010: en Veracruz se había formado la Iglesia Fideliana de los Cínicos de los Últimos Días.  El cinismo es una religión para estos señores. Ahí están, nunca se han ido, son los cadáveres insepultos que regresan. Una de dos: llaman a la policía federal para una redada y los juzguen por sus tropelías  o por lo menos traen  un exorcista para que los regrese a las cavernas de donde no deben salir. ¡Vade Retro Santanás!, como reza la oración del poderoso San Benito, uno de los expulsadores de demonios más efectivos de la historia.

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