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El Buen Tono
Orizaba.- El montañismo, una práctica que combina devoción, tradición y un profundo respeto por la naturaleza, exige mucho más que pasión, requiere experiencia, preparación física y una disciplina férrea para sortear los riesgos latentes, expresó Hugo Pérez Jácome, miembro de un club de montañismo.
Destacó que, ascender cumbres como el Pico de Orizaba es un desafío que no perdona errores, ya que la actividad conlleva peligros reales, como lo demuestra una tragedia ocurrida hace tres años en el Pico de Orizaba, donde un montañistas perdió la vida.
“El compañero se accidentó y falleció. Fue una situación muy difícil; incluso recibimos críticas por no haber abortado la misión, pero se tomó una decisión en consenso. En la montaña, el trayecto, nunca son fáciles”, relató.
Entre los principales factores de riesgo, el montañista señaló las condiciones climáticas cambiantes y el estado físico de los participantes. “No es para cualquiera. Es esencial conocer a la gente, su ritmo, su resistencia. Por eso recomendamos iniciar con cerros locales, aprender los ritmos y las medidas de cuidado”, explicó.
El sentido de comunidad y apoyo mutuo es clave durante las travesías, que pueden extenderse hasta ocho días y cruzar hasta seis zonas climáticas, destacó.
Agregó que aunque la inseguridad en algunas zonas no es una constante, si se han tenido incidentes aislados, como el registrado el año pasado en la zona de González, donde se reportaron detonaciones y operativos policiales, pero afortunadamente hasta el momento dijo que no se han tenido problemas graves, sin embargo no bajan la guardia.
 
 
 
 
					 
				

