


En 2025, China atraviesa uno de sus mayores retos en salud pública tras confirmarse el brote más severo de chikungunya registrado en territorio continental. Más de 8 mil casos han sido reportados en la provincia de Guangdong, especialmente en la ciudad de Foshan y sus alrededores, según datos oficiales actualizados a finales de julio.
Este repunte alarmante se atribuye principalmente a las recientes condiciones climáticas extremas, incluyendo monzones intensos y tifones, que han provocado la acumulación de agua estancada, creando un ambiente ideal para la reproducción del mosquito Aedes, el principal vector del virus.
Las autoridades chinas han desplegado un paquete agresivo de medidas para controlar la situación, que recuerdan las estrategias aplicadas durante la pandemia de COVID-19: desde fumigaciones masivas con drones y control biológico mediante la liberación de mosquitos no picadores, hasta inspecciones domiciliarias y estrictos aislamientos sanitarios para los enfermos. Incluso se aplican multas y cortes de energía a quienes no colaboren en la eliminación de criaderos.
El brote ha comenzado a traspasar fronteras: Taiwán confirmó un caso importado desde Foshan y Hong Kong también ha reportado casos vinculados al foco epidémico. En respuesta, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos emitieron una alerta de nivel 2 para la provincia de Guangdong, recomendando precauciones reforzadas a los viajeros.
¿Qué es el chikungunya?
El chikungunya es un virus transmitido por mosquitos Aedes, que provoca fiebre alta, dolor severo en articulaciones y músculos, sarpullido, fatiga y náuseas. Aunque la fase aguda dura cerca de una semana, el dolor articular puede persistir durante meses o años, afectando la calidad de vida de los pacientes. Los grupos más vulnerables incluyen adultos mayores, bebés, embarazadas y personas con enfermedades crónicas.
No hay un tratamiento antiviral específico, por lo que la recomendación es aliviar los síntomas con analgésicos y mantener una adecuada hidratación. La prevención se basa en eliminar los criaderos de mosquitos y protegerse con mosquiteros y repelentes.
Este brote pone en alerta a la región y al mundo, destacando la importancia de la vigilancia epidemiológica y la cooperación internacional para evitar la propagación de enfermedades transmitidas por vectores en un clima cambiante.


