


Agencias
México.- La tragedia en el Puente de La Concordia en Iztapalapa sigue cobrando vidas. La Secretaría de Salud de la CDMX confirmó la muerte de Fernando Soto Munguía, chofer de la pipa de gas LP que explotó el pasado 10 de septiembre, elevando la cifra oficial de fallecidos a 19.
Soto Munguía, de 34 años, se encontraba internado en el Hospital de Traumatología de Magdalena de la Fuente Narváez. La dependencia detalló además que 32 personas continúan hospitalizadas, entre ellos tres bebés. Jaclyn Azulet, de apenas 2 años, fue trasladada a Texas, donde su estado se reporta como “crítico estable”.
Mientras tanto, la cifra de personas dadas de alta asciende a 33, pero el dolor y la indignación crecen. A una semana del siniestro, la investigación sobre las causas del accidente sigue sin respuestas claras, mientras la sociedad exige justicia, reparación y responsabilidades directas por un hecho que pudo prevenirse.
Esta tragedia ha encendido nuevamente las alarmas sobre el manejo de materiales peligrosos en zonas urbanas densamente pobladas. ¿Cuántas vidas más deben perderse para que se tomen decisiones contundentes?

