


Laura A. García
El Buen Tono
Coetzala.- El Tribunal Electoral de Veracruz (TEV), multó con 5 mil 657 pesos al tesorero municipal, Rafael Uribe Rodríguez, por obstaculizar en sus funciones a la sindica, Clementina Yolanda Coyohua.
Se trata de una medida de apremio para obligarlo a cumplir con sus obligaciones.
Aunque conceden nuevamente la razón a la funcionaria, dejan al descubierto la endeblez de los mecanismos para sancionar a los funcionarios renuentes.
El caso evidencia la lucha constante de la edil por ejercer sus funciones de fiscalización, encontrándose con un muro de obstrucción por parte de funcionarios del ayuntamiento.
A pesar de que el TEV le dio la razón en múltiples ocasiones, la respuesta de estos es continuar obstruyendo sus labores y desconociendo las recomendaciones del tribunal.
El tesorero deberá pagar con su patrimonio la multa.
Una medida de apremio es un recurso legal para presionar el cumplimiento de una obligación, no una sanción penal.
La crítica de los ciudadanos es en la cantidad, es simbólica y difícilmente representa un perjuicio económico para un funcionario de su nivel y que no garantiza que cumpla a futuro.
De risa
Para el director de Obras Públicas, Luis Jesús Muñoz Aguirre, el TEV optó por un apercibimiento (una amonestación o advertencia formal), por incumplir las recomendaciones de no obstaculizar el trabajo de la síndica.
La falta, que implica negar información o acceso necesario para una auditoría, recibe como respuesta una simple carta de llamada de atención, un “no lo vuelva a hacer” por escrito.
Aunque el fallo del TEV reafirma el estado de derecho y valida la posición de la síndica Coyohua, la naturaleza de las “sanciones” impuestas a sus obstaculizadores generó críticas en contra.
La victoria de la síndica Coyohua es un recordatorio de su tenacidad, pero también una muestra de la desproporcionada carga que deben llevar aquellos que eligen combatir la opacidad desde dentro.

