


El Ministerio de Salud de Ecuador confirmó este sábado la muerte de 12 bebés recién nacidos en el Hospital Universitario de Guayaquil, un centro público administrado por el Gobierno. Las causas, según la institución, son “multifactoriales”, sin especificar aún el período en que ocurrieron estos trágicos fallecimientos.
El hospital activó una alerta epidemiológica para recabar información y precisó que los bebés presentaban estados clínicos complicados, principalmente debido a nacimientos prematuros o muy prematuros. Además, se reportó que dos de las muertes estarían relacionadas con una infección por Klebsiella Pneumoniae productora de carbapenemasa, una bacteria altamente resistente a los medicamentos y que representa una amenaza creciente en el ámbito hospitalario.
Ante la gravedad de la situación, el ministro de Salud, Jimmy Martin, anunció la renuncia del gerente del hospital y el despliegue de un equipo especializado para investigar lo ocurrido. También se comprometió a brindar apoyo psicológico a los familiares afectados y aseguró que harán todo lo posible para evitar que tragedias como esta vuelvan a suceder.
Por su parte, el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, mostró su preocupación y criticó la falta de insumos en el sistema de salud pública. En un emotivo llamado, pidió a los médicos informar sobre las carencias para poder solucionarlas rápidamente y expresó que “esto es demasiado doloroso. No debe repetirse”.
El Hospital Universitario negó que las muertes se deban a contaminación o reutilización de insumos médicos, rechazando versiones que circularon en redes sociales y asegurando que se siguen los protocolos correspondientes. Asimismo, se activaron medidas para la desinfección de la unidad de cuidados intensivos neonatales y el reforzamiento de la bioseguridad.
La Asamblea Nacional, a través de su Comisión de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes, convocó para el próximo martes a las autoridades de Salud, Fiscalía y del hospital para que rindan cuentas sobre este lamentable caso.
Este episodio pone nuevamente en el centro del debate la calidad y el estado de los servicios de salud públicos en Ecuador, especialmente para la atención de la población más vulnerable.


