


Orizaba.- La única manera que tienen los ciudadanos de cambiar como país, es empezar primero por su corazón, consideró el vocero de la Diócesis de Orizaba, padre Helkyn Enríquez Báez.
Dijo que tampoco habrá modificaciones como sociedad, si antes las personas no están dispuestas a dejar que la bondad, la justicia, el amor y la luz penetre en sus propias vidas.
Añadió que el cambio no viene de forma vertical y por ascenso, sino de forma horizontal y por cada uno de los habitantes para ir renovando, purificando o convirtiendo las estructuras que hay en todas las situaciones que se presentan de repente pervertidas por el pecado.
Lo anterior añadió, ya sea en la familia, instituciones, la política o el país, “sabemos que necesitan de cambio y ese va a venir por la fe en quien nos permite vivir un cambio que dé luz,
alegría y paz.
Expresó que convertirse tiene un costo y hoy se vive en una sociedad que promueve más bien lo políticamente correcto para no ganarse antipatías o enemigos.
Recordó que Juan El Bautista por decir la verdad tuvo su costo; Jesús por anunciar la justicia y la verdad, no le cayó bien a algunas autoridades y lo sacrificaron en la cruz, “entonces si
tiene su costo”.
Pero al final, explicó que se debe aludir a lo que dice el Evangelio, “la verdad nos hace libres y al revés, precisamente por no promover la verdad, es que estamos en una cultura de corrupción donde todos participamos hasta con las famosas
mentiritas piadosas”.
Puntualizó que los humanos no se dan cuenta de que al final la verdad los hace libres, lo que dice el Evangelio es realidad.
Puntualizó que se puede observar en sociedades más civilizadas que hasta el mismo padre de familia denuncia al hijo que está cometiendo alguna fechoría, porque promueven la verdad, entonces viven en una sociedad más justa, civilizada, de mayor fraternidad y convivencia, así que cuando se mueven en la cultura de la mentira, están generando su propia destrucción.
Matilde De los Santos
El Buen Tono


