


Agencias
El caso de Paloma Nicole, la menor de 14 años que falleció tras someterse a una cirugía estética, sigue sumando señalamientos. Ahora, el cirujano Víctor Manuel Rosales Galindo, padrastro de la adolescente, enfrenta una nueva denuncia penal por presunta mala praxis, además de nuevas revelaciones sobre la participación de la madre de la menor en procedimientos quirúrgicos, sin contar con formación médica.
La denuncia fue dada a conocer por el médico Jorge Octavio Arroyo Martínez, conocido en redes como Mr. Doctor, quien presentó el testimonio de una mujer que fue intervenida previamente por Rosales Galindo en una clínica particular en Durango. La víctima, representada legalmente por el abogado Christian Jafet Montenegro Chairez, se habría sometido a una cirugía de párpados (blefaroplastia) que resultó fallida: “la paciente terminó con un párpado deforme, las pestañas se le incrustaban en el ojo, generándole una condición conocida como triquiasis”, señaló el médico.
Montenegro Chairez detalló que, por estos hechos, su clienta presentó una denuncia penal anterior al caso de Paloma Nicole, con base en el artículo 233 del Código Penal de Durango, que sanciona el ejercicio profesional indebido. Este nuevo señalamiento pone en entredicho la trayectoria del cirujano, quien recientemente fue señalado por su participación en la intervención estética que costó la vida a la menor.
Además, el abogado confirmó versiones difundidas por el padre biológico de Paloma Nicole, quien acusa a Paloma Yazmín Escobar, madre de la menor, de haber participado activamente como ayudante en las cirugías realizadas por Rosales Galindo. Según la denuncia, Yazmín Escobar no cuenta con estudios ni certificaciones en enfermería o medicina, pero habría asistido al cirujano en diversos procedimientos, incluso en hospitales públicos.
Esta nueva denuncia refuerza los cuestionamientos sobre las condiciones en las que se realizaban las cirugías y el nivel de profesionalismo de quienes participaban en ellas. Mientras tanto, el caso de Paloma Nicole sigue causando indignación a nivel nacional y abre un debate urgente sobre la regulación y vigilancia de clínicas estéticas, así como el ejercicio ilegal de la medicina en México.

