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NUEVO DIPUTADO

Superiberia

Por Andrés Timoteo  / columnista

NUEVO DIPUTADO 

Desde el miércoles la zona Centro tiene un nuevo representante en el Congreso Local. El exalcalde de Tenampa y dirigente regional de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Antonio García Reyes asumió la curul que dejó vacante el titular, Juan Carlos Molina Palacios, asesinado por un grupo de sicarios el pasado 9 de noviembre en Medellín de Bravo.

 La tragedia hizo que el Distrito de Huatusco sumara ya cuatro diputados, dos locales y dos federales. Además de García Reyes quien es legislador plurinominal está Nora Jessica Lagunes Jáuregui, diputada uninominal del Distrito, es decir que fue electa en las urnas. En el ámbito federal tiene a Eleuterio Arrieta Sánchez electo por el distrito 13 y a Zaira Ochoa Valdivia, quien es plurinominal y fue Alcaldesa del lugar.

 Ambos son del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que acapara tres de las cuatro posiciones de ese distrito ya que Lagunes Jáuregui, aunque llegó por Acción Nacional y pertenece a esa bancada en los hechos es cercanísima a la “Cuarta Transformación”, opera para los marrones y es identificada como una de las panistas más morenistas de la zona centro. La otra es la alcaldesa de Córdoba, Lety@laalcahuetadeTomás.

 García Reyes por su parte no conservará la posición de ‘Diputado independiente’ que tenía el extinto Molina Palacios, sino que se adhirió a la mini fracción del Revolucionario Institucional en la que también están otros plurinominales como Erika Ayala, la lideresa del sindicato de Colegio de Bachilleres de Veracruz (Cobaev) y Jorge Moreno Salinas, ambos allegados al diputado federal y excandidato a la gubernatura, Héctor Yunes Landa.

 Lo que no cuadra en ese asunto es que a pesar de que el Distrito de Huatusco tenía ya tres diputados no se ve por ningún lado el trabajo de ellos, no hay gestión de obra pública y si acaso la panista-morenista Nora Lagunes se aparece en las rancherías regalando chácharas y despensas que le transfiere la Secretaría de Gobierno estatal, pero de ahí en fuera son parlamentarios ausentes que se olvidaron de sus representados. Ya se verá si García Reyes les hace comparsa o se pone a trabajar para sus coterráneos.

 Por cierto, hablando del Congreso Local, ayer comenzaron las comparecencias de los secretarios del gabinete por la glosa del primer informe de gobierno. Inició el titular de la Secretaría de Gobierno, Patrocinio Cisneros quien llegó con el mismo discurso que el sábado dio el gobernante en turno: a decir que en Veracruz todo es maravilloso – dijo que “Veracruz está mejor que antes, sin ineficiencia y con paz social”, no se rían- y lo que haya de malo es culpa del pasado.

 De paso, maniobró para negar que sea propietario de una fortuna inmobiliaria en Baja California Sur acumulada por el desvío de recursos en Veracruz como acusaron recientemente los mismos legisladores de Morena y retó a los Diputados locales a revisar el Registro Público de la Propiedad para confirmar que no tiene nuevos bienes a su nombre. Pues claro, no lo acusan de tonto sino de pillo y para ocultar las pistas están los prestanombres.

PAN EN REBANADAS

También en el recinto parlamentario se dio el jaloneo por la división de la bancada del PAN. De sus trece integrantes, ocho decidieron formar un nuevo grupo parlamentario porque rechazan la coordinación del jalapeño, Omar Miranda, designado por el nuevo dirigente estatal, Joaquín Guzmán Avilés, conocido popularmente como “El Chapito” por ser homónimo del capo del Cartel de Sinaloa.

Los diputados rebeldes, identificados con la corriente yunista, fueron amenazados con sanciones e incluso la expulsión por Guzmán Avilés, aunque eso es mera palabrería porque en realidad deber ser el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido el que decida un posible escarmiento. Pero esto no se trata de disciplina partidista sino de compromisos del nuevo dirigente con palacio de gobierno.

 No hay que olvidar que “El Chapito” arrastra la fama de haber sido financiado por el morenismo para llegar a la dirigencia panista y así convertir al blanquiazul en una oposición dócil y eso incluía controlar a los 13 diputados de la fracción legislativa local para no cuestionar con severidad a los funcionarios que comparezcan, votar por consigna de la dirigencia estatal y evitar las críticas y la confrontación con el gobierno cuitlahuista.

 El plan se le arruinó con la disidencia de los ocho panistas y aunque el jueves el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), el morenista Javier Gómez Cazarín, trató de ayudar al líder panista negándoles la creación de la nueva fracción con el nominativo de “mixta” para distinguirse de la panista y tener un asiento en la misma Jucopo, este fue un bloqueo momentáneo.

 La negativa fue porque una de sus integrantes, Judith Pinera Andrade, se había declarado independiente sin renunciar a su militancia y luego se sumó a dicho grupo, un argumento legaloide para tratar de detener la conformación de la nueva bancada, aunque ahora estos panistas en rebeldía incluyeron al misanteco Erick Aguilar, quien llegó a la curul por el Partido del Trabajo (PT), lo que romperá el atajo legal de la Jucopo.

 La nueva fracción parlamentaria del panismo en el Congreso Local se llamará “Acción Nacional Veracruz” y ya tiene nueve integrantes, casi el doble de los cinco legisladores con los que se quedó la bancada original controlada por el tantoyuquense Guzmán Avilés -y en la que, por supuesto, está más que anotada la huatusqueña amorenada Lagunes Jáuregui-. El resumen del sainete es que hay un PAN en rebanadas.

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