in ,

Orizaba maquilla su decadencia; Palacio olvidado por dentro

PUBLICIDAD publicidad PUBLICIDAD

De la redacción
El Buen Tono

Orizaba.- Mientras el ayuntamiento de Orizaba destina millones de pesos a la rehabilitación de calles y banquetas que no lo requieren, así como al lustre permanente de los pisos y la fachada del Palacio Municipal, la parte trasera del histórico edificio evidencia un abandono que pone en riesgo su integridad.
Pintura desprendida, revestimientos dañados y grietas visibles muestran un descuido que contrasta con la imagen que el gobierno busca proyectar.
Este edificio, ubicado en la calle Colón, no es cualquier inmueble, debido a que fue construido a inicios del siglo XX como Colegio Preparatorio de Orizaba. Su arquitectura neoclásica, los amplios corredores y el gran patio central lo convierten en un referente cultural y educativo.
En 1991 fue adaptado como sede del gobierno municipal, transformándose en la vitrina administrativa de la ciudad. Sin embargo, la historia y el valor arquitectónico parecen pasar inadvertidos frente al brillo constante de la fachada y la atención a los espacios más visibles.
Mientras se gastan millones de pesos en la parte frontal y en áreas de uso público, los sectores traseros, que contienen detalles históricos y estructurales esenciales, permanecen en total abandono. Esta desigualdad refleja una visión de gasto basada en la apariencia, no en la preservación del patrimonio.
“El Palacio Municipal se ha convertido en un escaparate: se invierte en lo que se ve y se descuida lo que realmente importa”, denunció un especialista en patrimonio histórico de la región.
La crítica apunta a una administración que privilegia la fotografía oficial y la percepción de cuidado, mientras los espacios que guardan la verdadera historia del edificio se deterioran día con día.
Además de su valor arquitectónico, el Palacio alberga un mural de José Clemente Orozco, Revolución Social, obra que representa la lucha y el dolor de los campesinos durante la Revolución Mexicana.
Otras áreas menos visibles del edificio requieren mantenimiento y protección constante, tareas que parecen relegadas frente a los gastos ostentosos en fachadas y pisos. Mientras tanto, el corazón histórico del inmueble se resquebraja lentamente bajo la indiferencia oficial.

CANAL OFICIAL PUBLICIDAD

Sheinbaum llama a no caer en provocaciones tras qu€ma de camión en Campo Militar

Ocho puertos y 555 empresas, bajo la lupa por red de huachicol fiscal en México