


Efraín Hernández
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- La elaboración del pan de muerto enfrentará este año un escenario complicado, pues el encarecimiento de los insumos básicos obligará a los panaderos a realizar un ajuste de entre 5 y 8 por ciento (%) en sus precios. La medida, aunque inevitable, busca sostener la producción artesanal ante una crisis que ha reducido las ganancias y provocado el cierre de pequeños talleres.
El empresario Javier López Barradas, con más de tres décadas de experiencia, detalló que la inflación afectó directamente el costo de la harina, la mantequilla, el azúcar y el huevo, productos indispensables para la elaboración de las hojaldras. “El costal de harina subió más de 100 pesos; la mantequilla, 40%; y el azúcar casi se duplicó. Intentamos no trasladar todo ese aumento al cliente, pero ya resulta insostenible”, comentó.
Asimismo, advirtió que la industria panificadora atraviesa el año más difícil del último lustro, con una disminución cercana al 20% en las ventas y un incremento constante en los servicios básicos. “El gas, la energía eléctrica y los empaques también se elevaron, lo que limita la rentabilidad. Algunos compañeros trabajan solo por pedido para no generar pérdidas”, añadió.
Por otro lado, Carmen Rodríguez Pérez, panadera del mercado Revolución, señaló que la producción artesanal se mantiene firme, aunque los márgenes de ganancia se han reducido considerablemente. A pesar de ello, confía en que durante los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre se registre un repunte cercano al 10% en la demanda.

