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Pederastia y corrupción en la casa de la cultura

Superiberia

Córdoba.- Pederastia, actos sexuales en el recinto cultural público, nula difusión de la cultura, uso personal de este lugar -dado en comodato por el Ayuntamiento a una asociación civil- al funcionar como vivienda y estacionamiento privado, son parte de las irregularidades denunciadas en contra del maestro normalista  Raúl Tovar Hernández, director de la Casa de la Cultura de Córdoba “Jorge Cuesta”.

El profesor Raúl Tovar Hernández, quien apareció en la lista de “aviadores” de la SEV publicada en el 2015, y quien incluso está ya pensionado por el IPE por una plaza que nunca trabajó, ha usufructuado este espacio y el cargo público por cerca de 30 años.

El maestro normalista llegó a Xalapa procedente de Oaxaca, y luego a Córdoba, gracias a que conoció y mantuvo una cercana amistad con Dante Delgado Rannauro, en tiempos de juventud, en que el político cordobés-alvaradeño  fungía como funcionario de la SEP.

Eslabonando contratos de comodato a través de muchas presidencias municipales, Tovar Hernández ha hecho y deshecho a su antojo en ese lugar, concebido en la imaginación del filólogo Luis Sáinz López Negrete como un espacio dedicado a la difusión de la cultura en esta ciudad, propósito que lo motivó a donar el inmueble.

La asociación civil “Casa de la Cultura Jorge Cuesta”, obtuvo en comodato las instalaciones de la Institución, y nombró director de la misma a Tovar Hernández, quien desde entonces no da cuentas ni de sus ingresos ni mucho menos de las acciones de la Casa de Cultura a ninguna autoridad.

Auspiciado por años por el Instituto Nacional de Bellas Artes, y sin relación formal con el Instituto Veracruzano de la Cultura, aunado a la falta de planeación en la programación y una pobre oferta en la producción de eventos culturales artísticos, la Casa de la Cultura “Jorge Cuesta” sufre hoy día los estragos de la falta de apoyo financiero por parte del INBA y del IVEC y sólo sobrevive con los ralos cobros de cuotas de inscripción a mediocres cursos o bien los ingresos extra obtenidos por renta de espacios a ferias artesanales o comercialización privada de productos chinos en el propio recinto, de los cuales aparentemente no hay documentación ni contable ni fiscal.

BURDEL

PARTICULAR

Aunado a la decadencia de la oferta cultural, un nubarrón de escándalo se cierne sobre este recinto, pues las preferencias sexuales del Director han convertido a la Casa de la Cultura en su burdel particular, según hallazgos de una investigación realizada al respecto por EL BUEN TONO.

Entre las entrevistas realizadas a alumnos, trabajadores y exalumnos de la Casa de Cultura Jorge Cuesta, destaca la de un joven exalumno del director Tovar, quien declaró en exclusiva a este medio: “Raúl Tovar Hernández me propuso enseñarme a aprender a tocar piano. Eso me interesó… cuando tomó confianza me toqueteó con la intención de que yo tuviera relaciones sexuales con él. Para convencerme me ofreció dinero, y yo acepté… Eso ocurrió en la Casa de la Cultura de Córdoba, cuando yo tenía 17 años”.

El joven, quien pidió permanecer en el anonimato, declara: “Lo hicimos más de una vez en la Casa de la Cultura. Sé que no soy el único con el que hacía todas esas cosas, había otros chavos con los que tenía relaciones; él citaba a los chavos los sábados y domingos, cuando los trabajadores de la Casa de la Cultura no estaban. Aunque también en la semana”.

La declaración de este joven no deja lugar a dudas: “Había otras personas con las que también tenía relaciones, él les ofrecía dinero, hasta el propio chofer estaba ahí…”, y menciona eventos sexuales “en donde estaban los pianos”.

En la investigación realizada por esta casa editorial, encontramos más víctimas de este pederasta, mismos que están evaluando la posibilidad de denunciar penalmente al funcionario, así como exempleados que refieren no solamente malos tratos y acoso sexual, sino también haber sido despedidos injusficadamente de la Institución.

Las autoridades municipales tendrían que investigar a fondo este asunto, como responsables de otorgar el usufructo de este espacio, donado por un particular a la ciudad para actividades culturales, a una asociación civil que no aparece, que no se hace responsable de lo que ahí sucede, y que dejó en manos de Tovar Hernández el destino del recinto cultural más importante de los cordobeses. La relación entre la actual Administración municipal de Córdoba y este pederasta podría incluso tener visos de corrupción, pues el titular del área de Arte y Cultura del Ayuntamiento es precisamente el hijo de Tovar Hernández.

Y hay más: la Fiscalía Regional de Córdoba, tiene abiertos expedientes de denuncias, incluso de agresión a periodistas, en contra del Director de la Casa de la Cultura cordobesa.

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