Barcelona.- El delantero azulgrana Lionel Messi admitió que, tras el golpe que sufrió anoche ante el Benfica y que obligó a que le retiraran en camilla del césped, llegó a pensar “lo peor”, y que “iba a ser la última pelota que tocaría en mucho tiempo”.
“Me encuentro bien, por suerte no fue más que un golpe. No sé si voy a estar para el domingo, veremos cómo va a ir evolucionando el golpe”, explicó el argentino en un acto en el Camp Nou con Turkish Airlines, compañía aérea que lo ha nombrado embajador internacional.
Ante una multitud de medios de comunicación, la mayoría pendientes de su evolución tras la contusión ósea en la cara externa de la rodilla izquierda que sufrió en un choque con el portero del Benfica y que hizo temer una lesión de gravedad por sus gestos de dolor, Messi aseguró que “gracias a Dios sólo fue un golpe”.
“Pero, sinceramente, pensé que iba a ser la última pelota que iba a tocar en mucho tiempo. Y a pesar del dolor intenté pegarle, a pesar que no tenía ni fuerzas para levantar la pelota. La realidad es que pensé lo peor, pero la vi ahí y quise jugármela”, señaló acerca del remate que incluso intentó tras el choque, ya lesionado.
Así, restó importancia al hecho de que saltara al campo durante media hora, a pesar de que su equipo ya no se jugaba nada, con el único objetivo personal de alcanzar el histórico récord de goles de Gerd Müller en un año natural.
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