Sandra González T.
el buen tono
Orizaba.- El obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino realizó un llamado en el día dedicado a la caridad para que se haga un mundo diferente compartiendo lo que está al alcance como sabiduría, reflexión, análisis de los problemas actuales como la violencia no utilizando al pobre con dádivas.
“Dios bendiga tu generosidad y juntos podemos hacer un mundo mejor, ayudándonos y tendiéndonos la mano, no por dádivas, no por manejo del pobre desde las ideologías que hoy se manejan en el país, es el corazón del hermano que ve a su semejante”.
Pidió a los feligreses que analizaran lo que dan a la sociedad, “porque nos quejamos que muchas cosas andan mal y sí es cierto, mucha gente se cree las mentiras que nos repiten y nos repiten y a base de repetir tanta mentira que nos sueltan ya se la creen; ¿qué damos nosotros a la sociedad?, ¿un pensamiento crítico?, ¿somos capaces de hacer un análisis de los problemas sociales, de la violencia, la pobreza, de la pandemia que no cesa?”.
“¿Qué damos? Por que en el asunto de la fe cristiana no se trata de dinero, se trata de compartir el conocimiento la reflexión, de dar entusiasmo al que está deprimido, de darle aliento al que ha tenido problemas, el que está marginado, el que está equivocado, dar de tu experiencia de vida para que otro pueda crecer”, resaltó.
También mencionó que quienes hoy están al frente de la iglesia, de un grupo corren “el peligro del clericalismo que no favorece a la cercanía al encuentro, al diálogo, a escuchar, la atención, a encaminarnos juntos como hermanos, el clericalismo que nos hace sentirnos diferentes, es un peligro y de hecho hemos caído, el llamado es para que no vivamos de la apariencia sino que tengamos una coherencia de vida entre los que tenemos, lo que predicamos y como lo vivimos”.
Por ello, los invitó para “que todos nos sintamos lo que somos, hermanos, que todos participemos en la dirección de la comunidad, que todos veamos que tenemos diferentes dones y carismas y que quien ha tenido una oportunidad, el que tiene otra posibilidad, el que ha crecido un poco más, que ese crecimiento sea no para sentirse orgulloso sino para sentirse sencillo y solidario con quien ha tenido menos oportunidades y tendernos la mano para crecer juntos”.
