Calcahualco.- El repintado de la parroquia del Divino Salvador, ubicada en esta cabecera municipal, ha desatado un conflicto entre los feligreses y el sacerdote de este temp
Tras llegar a la localidad hace aproximadamente dos años, el párroco Antonio Hernández decidió darle mantenimiento a su parroquia, lo cual incluía pintar la misma por completo, pero al considerar que los colores no eran del todo gratos para su vista, él mismo decidió hacer unos pequeños cambios; sin embargo, los mismos han causado descontento entre los feligreses.
Tras avanzar en los trabajos de remodelación, los feligreses externaron su malestar y le recordaron al sacerdote que esta iglesia es una de las más antiguas del estado, al tener una historia de 400 años y pertenecer a la orden franciscana, la cual también sirvió de convento para los mismos y por lo mismo no se le pueden hacer modificaciones sin consultarlo previamente con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Por ello, solicitaron se le detuviera el trabajo, ya que la iglesia es una reliquia para la zona y los colores que el sacerdote le estaba poniendo eran incorrectos; este tipo de edificios deben mantenerse en perfecto estado y sin grandes modificaciones, entre ellas el cambio de color. Sin embargo, molesto por la acción de la ciudadanía, el sacerdote decidió dejar la obra y que la feligresía continuara con los trabajos de pintura.
Tras otra inversión de la comunidad, se logró recabar la cantidad de 40 mil pesos para pintar del color adecuado este edificio histórico, con la participación del Ayuntamiento para que el mismo no pierda su historia y luzca tal como cuando se construyó.
Irvin Marcel
El Buen TonO
