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Planean labores humanitarias

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Orizaba.- Crear una bolsa de trabajo donde se vincule al sector empresarial con la población desempleada, procurando el trato digno y fomentando la responsabilidad; un centro de atención psicológica para víctimas de violencia intrafamiliar; un Centro de Derechos Humanos y fomentar la Economía Solidaria, propiciando la comercialización de productos del campo en el atrio de los templos católicos, son sólo algunas de las acciones concretas de la Pastoral Social de la Diócesis de Orizaba.

Ayer se desarrolló la asamblea donde participaron alrededor de 400 personas, entre sacerdotes, religiosas y laicos de los seis decanatos y 28 municipios que conforman la Diócesis de Orizaba.

Ahí, el equipo de la Pastoral Social Diocesana presentó el plan de trabajo prioritario para los distintos ambientes de las comunidades de la zona rural como urbana, teniendo presente siempre la guía humanística de la Iglesia Católica.

Para lo que resta de 2014 y 2015, se trabajará con el planteamiento de política y reconstrucción del tejido social: la voz de la iglesia en acciones concretas ante los desafíos que se viven, explicó el padre Marcos Palacios Cárdenas, coordinador diocesano de la Pastoral Social.

Las acciones concretas van desde ayuda a las familias desunidas, a los migrantes que también enfrentan dolores estando fuera de su país y personas desempleadas que en breve ya podrán acudir a la Casa de Pastoral Social, donde se inscribirán a la bolsa de trabajo, pero si no tienen un oficio que ofrecer, deben aprenderlo y, por sencillo que sea, el trabajo tendrá que realizarse bien.

Además habrá un departamento jurídico en el que prestarán sus servicios los abogados católicos que ya lo han ofrecido. En 2015 se trabajará aún más a través de la Pastoral Penitenciaria para asistir espiritualmente a las personas privadas de su libertad.

Para todos estos temas se recibieron propuestas, se enriquecieron las que existían y se pondrán en marcha.

De este modo la iglesia acepta la necesidad de concientizarse sobre las distintas necesidades e inclusive manifestarlo pública y pacíficamente, pero más allá de eso, lo que se fomenta es la responsabilidad.

La Iglesia Católica propone ser enlace para solucionar problemas de índole jurídico, laboral, de salud y ayuda a los más necsitados. para hacer frente a la difícil realidad social de las comunidades que enfrentan desempleo, desintegración familiar y nulas posibilidades de crecimiento económico.

 Vender en el atrio de un templo católico significará para los artesanos o productores del campo poder comercializar a un precio justo su producto y el comprador  también encontrará precios atractivos o menores a los de los supermercados.

Acciones humanitarias y prácticas son las que se busca promover, todo está planeado y podrá irse consolidando con la ayuda de las personas, como siempre se ha hecho, porque para acondicionar un centro de atención con toda la asesoría, laboral, jurídica, médica y humanitaria se requieren al menos tres millones de pesos, el inmueble fue otorgado por un patronato a la Diócesis y ahora lo que se hará es
acondicionarlo.

Se espera que empresarios y población de buena voluntad se sume en este ejercicio de ayuda a los más pobres y desamparados “ se trata de liberar a la persona y devolverle su dignidad “ afirmó en entrevista el padre Marcos Palacios.

 

Matilde De los Santos 

El Buen Tono

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