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Podar palmeras, un oficio de alto riesgo

Superiberia

Nahúm Bastian 

El Buen Tono

CÓRDOBA.- Hay oficios que sin duda entrañan peligro, que requieren de agallas y sobre todo, del valor para realizar esas labores fuera de lo común que pocos se atreverían. Seguramente has visto a lo alto alguna vez a Ricardo Rosas, un podador de palmeras, con más de 12 años de experiencia, para él, la adrenalina al máximo es parte de su día a día; no porta un casco y no necesita arneses para encaramarse a un tronco de más de 70 metros de altura. 

En algunos casos, en el tradicional trabajo de podador de palmeras se han implementado nuevas técnicas y materiales de seguridad más acordes a los tiempos de desarrollo en los que vivimos, no obstante, en el municipio aún existen personas que lo realizan con la modalidad  de antaño, utilizando una cuerda, ésta se pasa por debajo de los brazos y por detrás del tronco de la palmera, se anuda a la distancia necesaria y con los pies descalzos se asciende por el estipe. Ahora utilizan un cinturón hecho de cuero para trepar.  

Ricardo, de 30 años de edad, es oriundo de Tezonapa (aunque tiene más de 10 años radicando en la Ciudad de los 30 Caballeros) de él dependen su esposa, su hija y ahora un recién nacido; dijo amar su trabajo pese al riesgo, “cómo no voy a amar mi trabajo si es lo que nos da de comer a mí y a mi familia, por eso trato de cuidarme y utilizar mi equipo de seguridad de la manera correcta”. Asegura que desde los 18 años de edad hasta ahora nunca ha tenido un accidente relacionado a esta actividad.  

Y es que si te preguntabas, cómo es que las altas palmeras del parque 21 de Mayo y del atrio de la Inmaculada siempre lucen impecables, todo se debe a este trabajo de alto riesgo en el que las medidas de seguridad no existen pues el podador se vale únicamente de una acuerda que ata fuertemente a su cintura  o un cinturón y con destreza, escala hasta la copa para cortar las hojas las cuales representan un peligro para los
ciudadanos. 

El pago que obtiene por realizar esta arriesgada labor actualmente es de mil pesos, (aunque inicialmente querían pagarle 500, pero finalmente se acordó que fuera el doble); sin embargo, en administraciones pasadas, como la de Francisco Portilla el costo por podarlas era de mil 500 pesos más IVA y en la de Tomás Ríos Bernal, de 1 mil 200 pesos más IVA. 

Esto en el caso de las palmeras ubicadas en el atrio de la Inmaculada, pues fuentes cercanas aseguran que las pertenecientes al parque 21 de Mayo son podadas por personal de Parques y Jardines, “esas las poda un señor que labora aquí en el Ayuntamiento y a él solamente le dan una compensación de 250 pesos por cada una, así se ahorran el costo real de un trabajo que la verdad resulta bastante peligroso y difícil”, señaló un empleado municipal.  

Los materiales de seguridad personal que deberían utilizarse son el casco con auriculares y visera o gafas, mascarilla o pañuelo, que alivia de la gran cantidad de polvo y polen, pantalones, chaqueta o manguitos anti-corte de color llamativo para que localicen al operario con facilidad en caso de accidente, botas de material anticorte con puntera de acero y guantes anticorte.

Con la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales desde el año 1995, así como sus normas de desarrollo, quedó establecido un marco legal en materia de salud y siniestralidad laboral, adaptado a la normativa europea, no obstante, algunos podadores son reacios al uso del equipo de protección personal por factores como la incomodidad y falta de costumbre. 

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