


Juan López
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- La irresponsabilidad del Grupo Pecuario San Antonio ha vuelto a quedar en evidencia. No solo expone a sus operadores al enviarlos a zonas de alto riesgo como las gasolineras gemelas de Orizaba, sino que también permite que se estacionen sobre la carretera Fortín–Huatusco, generando riesgos viales y sanitarios al dejar los camiones cargados de pollos bajo el sol y sin supervisión.
Operadores de la propia empresa revelaron que en el sitio anterior donde se estacionaban -también riesgoso por la presencia de cachimbas, consumo de droga y demás actividades ilícitas- al menos podían comer y descansar. Sin embargo, la supuesta solución de la empresa ha sido aún peor: Mandarlos a un lugar doblemente peligroso, sin seguridad ni condiciones mínimas para resguardarse.
“Nos movieron solo porque no quieren que los señalen, pero nos mandaron a un sitio peor. Ahí sí puede pasarnos algo de verdad, pero les vale”, denunció uno de los trabajadores, harto del maltrato y la negligencia de sus superiores.
Pero eso no es todo. La semana pasada, uno de esos mismos traileros, que se encontraba parado sobre la carretera Fortín–Huatusco con el camión repleto de aves, intentó amedrentar a reporteros de esta casa editorial que acudieron a documentar el caso. Una clara muestra de que en Pollos San Antonio, además de violar normas básicas de sanidad y tránsito, se fomenta la prepotencia entre su personal, tratando de silenciar a quienes señalan sus fallas.

