


El Buen Tono
Veracruz, Ver.- Un caso de violencia familiar ha causado indignación entre los habitantes del fraccionamiento El Campanario, en el puerto de Veracruz, luego de que en redes sociales se viralizaran videos que evidencian el aparente maltrato físico y emocional que sufren dos niñas menores de edad, así como un perro de raza husky.
En uno de los videos que circulan en internet, se escucha a una menor suplicarle a su madre entre sollozos: “Por favor mami, méteme que va a llover y me voy a enfermar”. La frase, llena de angustia, ha generado una ola de reacciones por parte de ciudadanos y colectivos defensores de la niñez, quienes demandan una intervención inmediata por parte de las autoridades.
Además del aparente abandono y maltrato infantil, otro video muestra a un hombre —presuntamente la pareja de la madre— agrediendo brutalmente al perro. Ante la presión social, elementos del Ayuntamiento de Veracruz, en coordinación con asociaciones de protección animal, acudieron al domicilio para rescatar al can, el cual ya fue puesto bajo resguardo.
Sin embargo, vecinos del lugar aseguran que el problema es mucho más grave. A través de testimonios recogidos de forma anónima por temor a represalias, se advierte que las menores viven en un ambiente constante de violencia, donde son agredidas por el mismo sujeto que golpeó al animal, presuntamente utilizando incluso palos para golpearlas.
“Ya no queremos que pase una tragedia. Las niñas necesitan ayuda, están en peligro. No es la primera vez que ocurre algo así”, señaló una vecina que pidió omitir su nombre.
Hasta el cierre de esta edición, ni el DIF municipal ni la Fiscalía General del Estado han emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso, a pesar de la creciente presión en redes sociales y de parte de organizaciones civiles que exigen que se tomen medidas urgentes para proteger a las menores y sancionar a los responsables.
Colectivos en defensa de los derechos de la niñez y de los animales han solicitado vigilancia permanente en el domicilio, la activación inmediata de protocolos de protección y la revisión del entorno familiar de las víctimas.


