

Córdoba.- Después del rotundo fracaso que tuvo el proyecto de desarrollo del paseo del río San Antonio, en el cual se invirtieron más de 95 millones de pesos, para el supuesto saneamiento del torrente y el aprovechamiento del lugar como área de recreación, gracias a los esfuerzos de la sociedad civil, el sitio empieza a tomar una nueva imagen.
Antecedentes
La obra del saneamiento del río San Antonio quedó registrada en el expediente de la Licitación Pública No. 59079001-001-06.
Dicha obra fue realizada por la empresa Pitalúa y Asociados, propiedad de Francisco Pitalúa Cruz, a través de una licitación asignada por la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente, por parte de la Dirección General de Obras Públicas de Gobierno del Estado.
En un principio la obra se presupuestó en 36 millones de pesos, aunque para la segunda etapa ya no hubo licitación y el costo de los trabajos se incrementó a 77 millones de pesos; y posteriormente se realizó una tercera etapa, que tampoco se licitó; el costo final de la obra fue de 95 millones de pesos para este proyecto.
En las especificaciones se anunció que además del aprovechamiento del lugar, se desarrollarían acciones para el saneamiento del afluente, con la instalación de un sistema de captación de aguas negras. Así como la consolidación de un teatro al aire libre del propio paseo, un mirador y palapas para los visitantes.Sin embargo, a menos de un año de haberse inaugurado, comenzó a registrar sus primeras fallas, pues con el incremento de los niveles del agua de las lluvias de temporada se “reventaron” los drenajes e inclusive algunos tramos de construcción fueron destruidos y desaparecidos con el paso de los años y la corriente de la lluvia.
Promesas de cambio
Con el cambio de administración, los alcaldes siguientes, entre ellos el exmunícipe, Francisco Portilla Bonilla, manifestó la supuesta intención por realizar una rehabilitación de la obra. Aunque no se llevó acabo y tampoco se hizo valida la cobertura del seguro de los trabajos.
En el inter del nuevo cambio de administración municipal, surgió un grupo de apoyo de rescate del paseo del río San Antonio, integrado por Lennin Suriano y Charo Abella, entre otras personas de la sociedad civil, quienes impulsaron los primeros trabajos de limpieza y mantenimiento en algunos tramos del paseo.
La integración del grupo permitió el inicio de los trabajos de limpieza, recolección de basura, pintura de los barandales, entre otras acciones dentro de las que se fueron incluyendo el desarrollo y rehabilitación de las áreas verdes, mantenimiento a las mesas de descanso y hasta la creación de pequeños jardines botánicos que han sido aprovechados por talleristas que los fines de semana acuden a realizar actividades desde zumba hasta yoga.
Según se dijo, la intención del grupo es que mediante el apoyo de diversos sectores se logre la rehabilitación en la totalidad del lugar, incluyendo la reparación de las plantas de tratamiento de aguas residuales con las que cuenta la localidad.
Logran avance
Ante un tercer cambio de administración municipal, el Cabildo autorizó el uso de 800 mil pesos para el Patronato consolidado de rescate al paseo, así como posteriormente la reparación de los puentes y algunas estructuras metálicas que con los años se deterioraron.
Hace apenas una semana, integrantes del grupo Promotor de Paz y Justicia, en colaboración con la fundación Tierra de Artistas, iniciaron la pinta de murales en las paredes del lugar, 18 jóvenes participantes de Puebla, Monterrey, Morelos y Córdoba, desarrollan imágenes como La Catedral de la Inmaculada Concepción y Los Portales de Córdoba, entre otras.
La intención del proyecto es hacer mucho más atractivo el lugar y con ello motivar a que la población asista y disfrute de los espacios que se han logrado rehabilitar.
quedan pendientes
Pese a los avances que se tienen en la recuperación de la obra, el proyecto no está completamente rehabilitado, pues los drenajes expuestos y las tuberías rotas continúan siendo parte del paisaje del lugar, pues al menos en la zona de la calle 6 ya se perdió la cobertura de material y el río recuperó su cauce.
Conforme se transitan el resto de las calles 4 y 2, y así consecutivamente, el panorama se cubre de los tramos destruidos e intransitables, y algunos otros tomados por las familias que permanecen habitando en la ribera y contaminando el afluente.
