


México.- Llegó la hora de la verdad y quizás la mejor oportunidad que el América de Gustavo Matosas podría encontrarse para, no sólo apagar el fuego por completo, sino para dar un golpe de autoridad que lo deje como claro contendiente en la Concachampions y, de paso, mande un recado a la Liga MX.
Las Águilas tendrán que apelar y ampararse en su vasta historia. Si América es grande es por saber jugar y remontar este tipo de partidos, al convertir el Estadio Azteca en un monstruo del que pocos pueden relatar haber salido vivos.
Es momento de invocar la garra del 85 ante Tampico Madero, la incansable lucha del Verano 2002 ante Necaxa, la casi perfección del 2000 ante Boca Juniors o la hazaña imborrable del Clausura 2013 ante Cruz Azul.
Sí, América sabe hacerlo y no sólo eso, sino que también disfruta este tipo de afrentas.
Hoy el reto es grande ante un Herediano que tiene tres goles de ventaja y que es sabedor de que si marca uno más, la eliminatoria estaría prácticamente liquidada.
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