Orizaba.- La Iglesia Católica insta a los fieles a respetar la instrucción de El Vaticano, emitida este 25 de octubre, en la que se prohíbe la conservación de las cenizas en el hogar, esparcirlas en el mar o en algún otro espacio natural o usarlas para la confección de recuerdos, expresó el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez.
Precisó que el decreto “Ad resurgendum cum Christo”, consiste básicamente en una norma para sepultura de muertos, cremación y conservación de cenizas, recuerda más que otra cosa, el deber de los cristianos para sepultar a los fieles difuntos, basados en la fe de la resurrección, de modo que forma parte de una obra de misericordia.
“La Santa Sede, a través de la Congregación para los Sacramentos y el Culto Divino, ha emitido un decreto; nos recuerda la sepulta de los difuntos y que en algunos casos podría estar justificada la cremación, siempre y cuando no contradiga la convicción cristiana”, explicó.
Dejó en claro que no se pueden hacer mezclas con prácticas paganas, como el fetichismo (culto a figuras atribuyendo un poder sobrenatural) o el panteísmo (doctrina filosófica que dicta que el universo, la naturaleza y Dios son equivalentes).
De ahí que por eso se prohíbe que las cenizas queden en los hogares, que se dispersen por la tierra, el mar o el aire, “o peor aún, que se hagan diamantes, joyas o elementos de adorno, como una expresión de fetichismo”.
Manifestó que una casa no es idónea para las cenizas, porque se pueden confundir con otro contenido y hacer uso inadecuado, por lo tanto, se puede disponer de lugares especiales para el reposo de los fieles difuntos, es decir, urnas de las iglesias o jardines funerarios y los cementerios.
Dejó de manifiesto que aunque sea voluntad del difunto que sus cenizas sean esparcidas, “no hay que respetarla, por lo que se genera”.
