


AGENCIA
Cuba.- En el segundo día de audiencias públicas sobre la reforma electoral, celebradas en el Salón Revolución de la Secretaría de Gobernación, el representante del comité de Morena en Cuba, Viet Juan Félix, lanzó propuestas que generaron controversia, entre ellas la eliminación total del Senado de la República y la prohibición de nuevos partidos políticos que reciban apoyo del extranjero, particularmente de lo que calificó como “fascismo internacional”.
A nombre del Comité de Morena Cuba y de la Asociación de Mexicanos Residentes en el Exterior, planteó además reducir en 95 por ciento el financiamiento a los partidos políticos, limitando el gasto a un máximo de 500 millones de pesos, así como eliminar 185 diputaciones plurinominales en la Cámara de Diputados.
“Creo que las funciones del Senado las pueden asumir perfectamente los diputados”, expresó Félix, al tiempo que propuso eliminar los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE), establecer elecciones primarias y extender la vigencia de la credencial de elector a 20 años o de manera permanente para mayores de 45 años.
En esta segunda sesión participaron 13 ponentes, cuyas propuestas fueron escuchadas por Pablo Gómez, presidente de la comisión para la reforma, acompañado de Arturo Zaldívar, Ernestina Godoy, Jesús Ramírez y Lázaro Cárdenas. Entre los asistentes destacaron perfiles polémicos como Luis Castañeda Palacios, aspirante a juez en la elección judicial con 36 denuncias de acoso sexual en su contra, e investigado por homicidio culposo, así como el youtuber morenista Máximo Allende, quien propuso definir con claridad qué es propaganda gubernamental, impedir que deudores fiscales sean candidatos y permitir que el Ejecutivo y los partidos defiendan su proyecto en la revocación de mandato.
La audiencia también tuvo un componente humano. Fernando Vargas Martínez, asesor del INE y padre buscador, llevó la foto de su hijo desaparecido en noviembre de 2024 para exigir la incorporación del derecho a la identidad en las leyes electorales. Su planteamiento central fue fusionar el Registro Federal de Electores con el Registro Nacional de Población, con el fin de fortalecer la búsqueda de personas desaparecidas mediante una base unificada de identificación ciudadana.
Por otro lado, especialistas como Arturo Espinosa, fundador del Laboratorio Electoral, y Armando Hernández Cruz, ex presidente del Tribunal Electoral del entonces Distrito Federal, advirtieron sobre el riesgo de que la discusión se base en “ocurrencias” en lugar de diagnósticos sólidos. Coincidieron en que la democracia mexicana requiere una reinvención, pero sustentada en consenso, evidencia científica y sabiduría social acumulada.
Las audiencias continuarán con la participación de más actores políticos, académicos y ciudadanos, en un proceso que sigue mostrando tanto propuestas disruptivas como llamados a la mesura.

