*Mientras subordinados ganan sueldos miserables y enfrentan amenazas, Óscar Carmona Oropeza cobra más de 82 mil pesos mensuales y sigue protegido por el poder político.
De la redacción
El Buen Tono
Córdoba, Ver.- Señalamientos por desvío de recursos, uso faccioso de programas federales y manipulación de padrones pesan desde hace años sobre el delegado regional del Bienestar en Córdoba, Óscar Carmona Oropeza. Pese a los múltiples escándalos, se mantiene intocable gracias a la protección de Juan Javier Gómez Cazarín, actual delegado federal de programas sociales en Veracruz y señalado como el legislador más corrupto durante su paso como presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Congreso del Estado.
De acuerdo con registros oficiales, el funcionario cobra un sueldo bruto mensual de 82 mil 662 pesos, con un ingreso neto de 57 mil 450.09, mientras que los operadores de campo —encargados de atender directamente a la población— apenas perciben entre 10 mil 834.40 y 13 mil 543 pesos. La diferencia salarial no solo es escandalosa, sino también ofensiva, pues exhibe el trato preferencial que goza quien ha hecho del cargo una plataforma para el control político y el beneficio personal.
A lo anterior se suman denuncias de subordinados que afirman ser obligados a asistir a eventos proselitistas, obedecer órdenes fuera de sus funciones y callar ante irregularidades, bajo amenaza de despido o represalias administrativas. También se han documentado casos de eliminación selectiva de beneficiarios y entrega discrecional de apoyos, dependiendo de simpatías políticas.
