

Xalapa.- Desde impuntualidad, hasta soberbia, prepotencia, ignorancia y jaquetonería, dejan los subordinados del Gobernador como imagen de inicio como Servidores Públicos.
Pero si el Gobernador insiste en pasar tres días en la Sierra de Zongolica al inicio de su Administración en un Estado quebrado, en lugar de sentarse a diseñar el rescate financiero del Estado, o continúa llegando tres horas tarde al primer evento de sus giras, o hasta hora y media tarde a la cita con representantes de los medios de información y empresarios de todo el Estado en el Word Trade Center, como antier en Boca del Río, sus subalternos no encontrarán el ánimo ni la obligación de enfrentar a tiempo y en tiempo, sus responsabilidades.
A todos los eventos del actual Gobernador, acude con un numeroso séquito de secretarios de despacho y otros funcionarios. Está mal, él debe viajar y encabezar eventos oficiales, los otros que se dediquen a laborar para salir del atolladero. Ya no son necesarias las cortes faraónicas que cuestan mucho dinero y no ofrecen beneficios a los ciudadanos.
Ya casi termina la primera quincena de este nuevo Gobierno, y todo ha sido quejarse y lamentarse de cómo encuentran la casa. Todos, sin excepción, sabíamos cómo estaba, no deteriorada, sino saqueada. La quiebra financiera del Estado la declaró y explicó la secretaria de Finanzas, Clementina Guerrero, desde hace más de un mes. ¿Cuántas más reproducciones del discurso escucharemos antes de que inicie verdaderamente la labor de rescate y reconstrucción?
