


La Casa Blanca informó este miércoles que al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de 79 años, le fue diagnosticada insuficiencia venosa crónica (IVC), tras realizarse estudios médicos de rutina, entre ellos ecografías en sus extremidades inferiores.
La vocera presidencial, Karoline Leavitt, explicó que el diagnóstico no representa una amenaza grave y que Trump continúa con sus actividades normalmente. Aseguró que esta es una condición común en personas mayores, pero que merece atención y seguimiento médico.
¿Qué es la insuficiencia venosa crónica?
La insuficiencia venosa crónica es un trastorno circulatorio que se presenta cuando las venas de las piernas están dañadas o debilitadas y no logran retornar la sangre al corazón de forma adecuada. Esto provoca una acumulación de sangre en las extremidades inferiores, causando síntomas molestos y, en casos avanzados, complicaciones serias.
Según la Cleveland Clinic, el problema se origina en las válvulas venosas, que normalmente permiten que la sangre fluya en una sola dirección hacia el corazón. Cuando estas válvulas fallan, la sangre se estanca en las venas de las piernas, generando presión, hinchazón y dolor.
¿Cuáles son los síntomas?
La insuficiencia venosa crónica puede manifestarse con los siguientes síntomas, especialmente al final del día:
- Pesadez en las piernas
- Dolor o ardor en las extremidades
- Hinchazón (edema)
- Calambres nocturnos
- Picazón
- Cambios en la piel o aparición de várices visibles
¿Qué tan grave puede ser?
Aunque no es una enfermedad mortal por sí sola, puede afectar la calidad de vida y, si no se trata, desencadenar úlceras venosas, trombosis e incluso embolia pulmonar, condiciones que requieren atención médica inmediata.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) advierte que factores como la edad avanzada, el sedentarismo, la obesidad, el embarazo y estar mucho tiempo de pie o sentado aumentan el riesgo de desarrollarla.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento para la insuficiencia venosa crónica incluye:
- Uso de medias de compresión
- Ejercicio físico y cambios en el estilo de vida
- Tratamientos médicos como escleroterapia o ablación por láser
- Cirugía, en los casos más severos


