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¿Quién quiere a la CNDH?

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Pase lo que pase”, dentro de un mes tendrá que concluir el proceso para designar al titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para el periodo 2014-2019. Sin embargo, el ultimátum de los coordinadores parlamentarios en el Senado tropezó con la impericia de la perredista Angélica de la Peña, quien tras una semana de fallidas imposiciones y jaloneos no pudo sacar adelante la convocatoria.

Mientras arranca formalmente este proceso, dos de sus principales protagonistas aún no deciden si responderán a la convocatoria (que aparecería a más tardar el próximo martes 14). En las antípodas, el ombudsman nacional, Raúl Plascencia Villanueva, y el secretario general de la Cámara de Diputados, Mauricio Farah Gebara, ofrecían la misma respuesta sobre su probable participación: “Todo dependerá de las bases que definan los legisladores”… y de que la primera etapa del proceso -la ratificación o no del actual titular- no se convierta en un grosero linchamiento o en una alarde de prepotencia legislativa.

Unilateralmente, la senadora De la Peña había asumido que le corresponde conducir el proceso, en su calidad de presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y a lo largo de la semana amagó con publicar la convocatoria, desesperada porque Plascencia Villanueva no manifestaba públicamente su voluntad de buscar la ratificación. Nada lo obliga a tal gesto. Y por el contrario, su reciente actuación en los casos de los autodefensas en Guerrero y las violaciones a los derechos humanos en Chalchihuapan, pero sobre todo por las investigaciones en curso sobre los sucesos en Tlatlaya e Iguala, se ha visto forzado a bajar el perfil y a enfocarse en el desahogo de las recomendaciones pendientes.

Todavía la tarde del pasado miércoles 8 -a las 5:45 de la tarde, según consta en el acuse de recibo de la secretaría de servicios parlamentarios- el secretario técnico de la Comisión de Derechos Humanos, Gabriel Delgadillo, solicitó la publicación de la convocatoria que citaba a una sesión ordinaria, a celebrarse en una sala 7 del hemiciclo, en el nuevo recinto legislativo. Por tercera ocasión consecutiva, el cónclave debió ser “reprogramado”, no obstante la importancia de los asuntos agendados: la definición del programa de trabajo de la Comisión de Derechos Humanos para el tercer año de la LXII legislatura y del acuerdo “relativo al procedimiento de elección o, en su caso, reelección del titular de la CNDH para el periodo 2014-2019”.

De la Peña había circulado entre los integrantes de las comisiones de Derechos Humanos, Justicia y Estudios Legislativos un proyecto de convocatoria, pero desde la Junta de Coordinación Política le recordaron lo estipulado en el Reglamento del Senado de la República sobre los nombramientos con base constitucional, como es este caso.

“Cuando en ejercicio de sus facultades, el Senado considere la ratificación o no de servidores públicos en un cargo determinado, la comisión o comisiones encargadas deben solicitar la comparecencia de dichos servidores, a efecto de respetar su garantía de audiencia y conocer su interés jurídico respecto a su posible permanencia en el cargo y las razones para ello, con el fin de contar con elementos objetivos de juicio para determinar la procedencia o no de las respectivas ratificaciones”, establece el artículo 255 del referido marco normativo.

Uno de los borradores de la convocatoria que De la Peña había circulado entre algunos colegas, hace una semana, de plano descartaba la ratificación de Plascencia Villanueva, aunque le concedía la oportunidad de inscribirse en el proceso de selección. “El actual ombudsman no sólo rechazaría inscribirse a una contienda tan inequitativa, sino que podría interponer un recursos legal en los tribunales, ante la inconstitucionalidad esa convocatoria”, concedió anoche un integrante de la Junta de Coordinación Política, cuyos integrantes habrían acordado que serán las comisiones unidades de Estudios Legislativos, primera; Justicia -encabezada por Roberto Gil Zuarth- y Derechos Humanos quienes expedirán la convocatoria y cumplirán con el requisito de convocar al actual titular de la CNDH a que comparezca, en busca de su ratificación, antes del 25 de octubre.

En la última semana del mes -de acuerdo con las mismas fuentes- ambas comisiones sustentarían el dictamen respectivo ante el Pleno, de conformidad con el artículo 255 del Reglamento del Senado. Y podría ser en “sentido negativo”, es decir, contra la ratificación. A partir de entonces, quedarían dos semanas para cumplir con la última etapa del proceso, que incluiría una auscultación entre académicos, expertos, y representantes de organizaciones sociales.

Mientras los líderes parlamentarios procesan el proyecto, la senadora De la Peña da por descartado que convocará a una consulta pública, antes de proponer una terna de candidatos al Pleno, donde habrá una votación por cédula.

“El próximo ombudsman debe gozar de un gran apoyo de todos los grupos parlamentarios… más que nunca es necesario que garantice probidad y certeza”. ¿Y la ratificación? Si los senadores incumplen con la ley, carecerán de la autoridad moral y ética que le exigen al titular de la CNDH, quien en las últimas semanas ha sido blanco de críticas y descalificaciones provenientes de por lo menos cinco frentes distintos.

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