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¡QUÍTENLE EL CELULAR!

Superiberia

Por: Andrés Timoteo / columnista

Vaya suerte que tienen los veracruzanos. Antes estaban hartos con Javier Duarte que se vivía comunicando en las redes sociales. A veces tuiteaba  él y otras tantas lo hacía la  tal Córsica Ramírez Tubilla, prima de su esposa, Karime Macías, quien tenía el permiso para emitir tuits oficiales que llegaron a saturar la paciencia de todos, pero la pesadilla no se conjuró con el cambio de administración pues ahora es el titular de la Fiscalía General del estado, Jorge Winckler Ortiz, quien, ocioso, imita los excesos del exGobernador.

El bisoño funcionario no solo se pasa el tiempo tomándose selfies, transmitiendo por Periscope o escribiendo en sus muros de Facebook, sino que se pelea por Twitter con todos los que lo cuestionan, desde periodistas hasta activistas. El lunes, por ejemplo, volvió a engarzarse en una diatriba burlona e insolente con las integrantes de los colectivos de familias de personas desaparecidas. Vaya despropósito. El señor se burla de las víctimas, principalmente madres que están desesperadas por que no encuentran una respuesta oficial a su clamor.

Ellas son mujeres que llevan meses y hasta años buscando a sus seres ausentes, y que  se topan con un patán en la Fiscalía General. Yunes Linares debe tomar nota. No es lo mismo hacer caso omiso al sesgo opinativo de sus detractores que desatender la indignación de estas señoras, y mucho menos permitir que el procaz funcionario se burle de ellas en las redes sociales. Ni en el ámbito virtual ni en la esfera real se debe permitir tales excesos.

La semana pasada, también a través de las redes sociales se dio a conocer una presunta amenaza que Winclker –a quien ya apodan “Twinclker” en la prensa porteña- contra el gremio reporteril. Por medio de una denuncia anónima, un supuesto comunicador dijo que Jorge “Twinclker” aseguró que iba a “romperle la madre” al periodista que cayera en algún proceso judicial. Sea cierto o mentira, no ha habido una aclaración formal de parte del funcionario, quien también ha tenido desaguisados virtuales con reporteros.

En resumen, a Winckler le deben quitar el celular de la mano o de plano  hacerlo a un lado y que alguien en sus cabales se encargue de la Fiscalía.  Otro dato que retrata el despiste del fiscal, es que sale a la prensa nacional a decir que en Veracruz está “la fosa clandestina más grande del país” –vaya, como si eso fuera algo para presumir- que son las inhumaciones ilegales en Colinas de Santa Fe, en el puerto de Veracruz, donde se han localizado los restos de alrededor de 250 personas, pero no se ocupa de la “ola” de asesinatos y desapariciones que hay en toda la Entidad. Le atraen los reflectores pero no el trabajo por el cual le pagan.

Por si fuera poco, el oligofrénico fiscal publicita en las redes sociales desde hace algunos días, un negocio de pizzería ubicado sobre la avenida José Martí de Veracruz, aunque los dueños del mismo les deben estar titiritando los dientes de miedo, y hay razones para ello. La primera, si Winckler  es dueño, socio, amigo de los propietarios o cliente asiduo de la misma, pone en riesgo a los empleados del local y a la clientela misma pues alguna organización criminal que se vea afectada por el fiscal podría ir a incendiar o balear el local.

Es un comercio donde el fiscal tiene intereses y por lo tanto también es un blanco ideal para la mafia si quiere desquitarse. Es de terror, ¿no? En el menor de los casos, la gente que repudia al fiscal podría ir a montar un plantón y fastidiarles la venta. Metido en su  mundo virtual, Winckler no entiende que las consecuencias en el mundo real pueden ser funestas. ¡Ya quítenle el celular!, han de estar diciendo los trabajadores de la pizzería del entredicho.

 

¿VIENE EL CAOS?

Fracasó el intento del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares para que el Congreso Local le autorizara reestructurar la deuda heredada por los dos gobernantes anteriores. No se logró el voto de la mayoría de Diputados para avalar esa renegociación con los acreedores y ahora vendrán las consecuencias financieras: el cobro anticipado de la misma deuda, el aumento de intereses y servicios, y la baja en la calificación crediticia.

Dos cosas influyeron para llegar a tal ridículo legislativo –al no lograr  convencer más que a la mitad de los 50 diputados-. La primera es que no  hubo las llamadas “maletas de dinero” para comprar el voto de los parlamentarios como se acostumbraba en sexenios anteriores y la segunda fueron los pésimos operadores de la bancada panista –entiéndase: del Gobierno Estatal-.

Yunes Linares lo sabía y no hizo nada, toleró que el dirigente del PAN, Jesús Mancha, impusiera y mantuviera a un analfabeta en la presidencia de la Junta de Coordinación Política, Sergio Hernández Hernández, quien además de no haber concluido siquiera su carrera universitaria carece de experiencia legislativa y sobre todo de habilidades para el cabildeo y los acuerdos. El gobernador no se puede quejar, tiene lo que sembró al atenerse a personajes de poca monta.

¿Qué viene para Veracruz? ¿El caos como el mismo Yunes anunció, que en marzo ya no tendrán ni para pagar sueldos de maestros, burócratas y policías?

Tendrá que venir el ingenio para trabajar con menos recursos y aplicar una austeridad puntual para contar con fondos que hagan operativa a la administración estatal.

No tiene de otra, y al final de cuentas el rechazo legislativo no es una tragedia,  aun con sus aristas oscuras, sino que es signo de la independencia del Legislativo frente al Ejecutivo. Eso es algo inédito y valioso en democracia. ¿O no?

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