

De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- Sin que se haya resuelto una sola de las quejas interpuestas en su contra, Iván Emmanuel Diz Reyes regresó al distrito judicial de Córdoba, Veracruz, protegido por el manto de impunidad que le otorgan sus relaciones con altos mandos del Poder Judicial del Estado, particularmente su presunta cercanía con el magistrado Sobrevilla.
Su reincorporación como juez civil en uno de los distritos más importantes de Veracruz representa un agravio para la comunidad jurídica, que lo ha señalado por actos de corrupción, cobro de “moches” para favorecer resoluciones, y una notoria falta de conocimiento en la materia que ha puesto en riesgo la adecuada impartición de justicia.
Abogados de la región ya han manifestado su inconformidad ante las primeras actuaciones del funcionario, especialmente en juicios orales mercantiles, donde su torpeza procesal ha obligado a los litigantes a promover recursos y amparos para revertir decisiones ilegales y fuera de toda lógica jurídica.
A tan sólo una semana de su regreso al Juzgado Segundo Civil, las críticas se han multiplicado, confirmando que su actuar sigue siendo el mismo: negligente, arbitrario y soberbio.
