De la Redacción
el buen tono
ORIZABA.- Vulgar y misógino se mostró Igor Rojí, aquel que presume de ser el mejor alcalde, el más preparado, pero con su actitud solo demostró lo pigmeo de mente y nula capacidad para lidiar con reporteras y le afloró su lenguaje de corriente cantinero (propietario del centro de vicio disimulado de Bar Bristol)
«Se fue Toño y llegó ésta», así se expresó el diminuto alcalde orizabeño al no soportar las preguntas de la reportera, a quien le reclamó una nota informativa sobre el ecocidio que se hizo en la calle Real, donde se talaron palmeras que, según él, las derribó personal de la Comisión Federal de Electricidad porque sus ramas ya alcanzaban los cables de alta tensión, con lo que demuestra su total ignorancia o le vieron la cara, pues ya hay mangueras aislantes para los cables que ya con esa inversión no era necesario destruir las palmeras.
La reportera no se amedrentó ante la postura del edil priista y le respondió. “Esta tiene su nombre, me llamo Mariana Gutiérrez Hernández”.
Temeroso porque nadie lo ha puesto en su lugar, el alcalde titubeó y para salir del problema que con su actitud cobarde y nefasta provocó, dijo: «yo nunca dije que tú, dije que esa señora».
Ante la mirada de otras reporteras, Igor Rojí no sabía qué decir cuando la periodista le dejó en claro que «la educación no se adquiere en ninguna institución»
Y es que tal parece que a Igor Rojí se le olvidó que nació de una distinguida mujer. En vano, su señora madre Teresa López Peterson fue directora de Cultura, pues tal parece que jamás inculcó el respeto a la mujer al diminuto vástago.
Se le olvida a Igor Rojí que los reporteros no son sus empleados a los que acostumbra humillar o pisotear o que esté acostumbrado a la zalamería, a “maicear” a los reporteros para que lo engrandezcan. Pero aparte de chaparro misógino, es mentiroso, que ofrezca pruebas de que le piden dinero y ahora acusa que le piden $300 mil, sabiendo que a sus clientes les roba gasolina, menos tendría para pagar eso a un medio. Sea lo que aparenta, ¡un hombrecito, y no ande con mentiras!
El concesionario gasolinero integrante de la cofradía en el po- der debe aprovechar la fecha para pedirle a su progenitora le trans- mita en su espíritu la humildad y mínima educación y respeto a una mujer que con el esfuerzo diario de su trabajo mantiene a sus hijos y con todos los riesgos que implica la actividad de reporte- ra, quien busca de ma-
nera honesta el sus- tento para educarlos y alimentarlos y no vive de los millonarios be- neficios del erario y en alterar las bombas de sus gasolineras para obtener ganancias ilícitas que son actos de corrupción y robo, comprobados y san- cionados por venta de litros incompletos con la clausura e inhabili- tación de las bombas despachadoras por la Procuraduría Federal del Consumidor.
