Orizaba.- Contrario a la lógica, son pocos los investigadores mexicanos que se dedican al estudio del agave, aún cuando es una planta que acompañó a las diversas civilizaciones desde los tiempos prehispánicos, manifestó el académico de la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV), Miguel de Jesús Cházaro Basáñez
Entrevistado por haber recibido la Medalla Ometochtli, que se otorga anualmente en el Congreso Nacional del Maguey y el Pulque, celebrado en el estado de Hidalgo, reconoció las contribuciones al estudio y difusión de
dicha planta.
El también miembro del Sistema Nacional de Investigadores, expresó que lleva más de tres décadas estudiando los agaves.
“Los magueyes fueron nombrados árbol de las maravillas por los
españoles, al observar los múltiples beneficios que de ellos obtenían nuestros antepasados prehispánicos”, dijo.
Añadió que junto con los nopales, contribuyeron al desarrollo de la civilización mexicana; quizá por eso Carlos Linneo, el famoso botánico sueco, denominó en 1753 a los magueyes como el género Agave, del griego agavos, que significa maravilloso”.
Explicó que las civilizaciones mesoamericanas obtenían una variedad de
recursos de los magueyes, de sus pencas hacían hilos para tejer costales, tapetes, morrales, redes de pesca, cordeles; las pencas enteras se usaban para techar las casas a modo de tejado; los quiotes secos servían como combustible y vigas, las espinas se utilizaban como clavos y agujas; de las raíces se elaboraban cepillos y escobas , detalló.
Además, del jugo del maguey se obtiene el aguamiel y “la bebida ritual por excelencia que es el pulque”, expresó.
Añadió que en la actualidad el uso más conocido del agave es para la elaboración de bebidas alcohólicas como el tequila.
DE LA REDACCI”N
EL BUEN TONO
