

Moscú.- Rusia no tiene una “fórmula mágica” para desbloquear la crisis de Ucrania y no llevará aparentemente a Minsk un nuevo plan de paz, pero sí insistirá en que se cumplan los acuerdos a que anteriormente se habían llegado, especialmente un alto el fuego sin condiciones previas. Esto es lo que se desprende de las declaraciones del ministro de Exteriores del Kremlin, Serguéi Lavrov, en vísperas de la cumbre que se celebrará el martes en la capital de Bielorrusia.
Lavrov informó de que el domingo Moscú envió “una nota oficial al Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania” en la que le informaba “del propósito de preparar un segundo convoy” para aliviar la situación de los habitantes de Lugansk, uno de los bastiones separatistas donde se siente una severa escasez de alimentos. Esta ciudad del este de Ucrania se encuentra desde hace dos semanas sin luz, agua ni comunicaciones telefónicas de ningún tipo y sufre periódicamente del bombardeo artillero de las fuerzas gubernamentales, que la tienen semicercada.
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