

Cuitláhuac.- Para Porfirio Pérez Aguilera, integrante del grupo de Paramédicos Base, el salvar vidas y servir a su municipio es su mayor satisfacción, pues a pesar de no tener alguna remuneración económica lo único que lo mueve es poder rescatar y apoyar a las personas para que continúen con sus vidas y al lado de sus familias.
A Pérez Aguilera le movió ser paramédico luego de percatarse que no había quién hiciera este servicio en el municipio, pues la Cruz Roja opera en Córdoba, sin embargo, mientras arribaba la atención de la Benemérita Institución, Porfirio y sus compañeros realizaban la labor de rescate.
El paramédico de 30 años recordó que el inicio del grupo Base fue entre tres socorristas comandados por Edgar Osorio Arzola, quien los invitó a realizar un curso en la Cruz Roja para poder ser el primer respondiente en cualquier emergencia que se presentara en su municipio y en las zonas aledañas.
Con más de 10 años haciendo este noble trabajo, los socorristas, junto a Pérez Aguilera, mencionaron que no tienen un sueldo dentro de la corporación, y a veces los apoya el municipio y Protección Civil.
“La gasolina es propia y usamos nuestros vehículos, pero eso no importa con tal de ir a los percances y dar la ayuda; la mayoría de nosotros trabajamos como socorristas en la autopista”, dijo el también paramédico de Capufe, mencionando que en esa dependencia laboran 24 horas y descansan 48.
Sin embargo, estas 48 horas no son de asueto, sino que las ocupan para poder prestar el servicio como paramédicos en grupo Base y para capacitarse, pues el estar preparado los ayuda a salvar vidas.
“Es satisfactorio el entregar a una persona viva a los compañeros de la Cruz Roja u otras dependencias, pues esta es la mejor calificación y que nuestros cursos nos pueden dar”, destacó Porfirio, quien celebró el Día del Socorrista.
