Huatusco.- El emblemático templo de Santa Cecilia celebrará el próximo 21 y 22 de noviembre su fiesta patronal y, paralelamente, el Día del Músico. Sin embargo, desde hace tres años la celebración se realiza en las afueras del templo, ya que fue cerrado por instrucciones de Protección Civil (PC) del Estado, ante la posibilidad de la caída de la torre.
Según los comerciantes, el cierre de la capilla donde cada domingo se celebraban homilías fue efectuado en junio de 2014, a unos meses de iniciada la Administración actual. El argumento presentado fue que la torre tiene una inclinación de dos centímetros hacía el Norte —en dirección al cerro de Guadalupe—, representando un peligro para los feligreses y comerciantes instalados en el atrio del templo.
En una inspección realizada, se pudo constatar que el interior de la construcción se encuentra invadida por las plantas, que casi llegan a la altura de las bancas. Los vendedores reportaron que eso ha generado el aumento de ratas y otras plagas.
A un costado se encuentra el acceso a la torre donde la gente deposita basura, contaminando el lugar y generando mal aspecto. La torre contaba con un reloj de manufactura suiza, el cual ya no se encuentra y se desconoce a ciencia cierta quién lo tiene.
Para el presidente del grupo Defensores del Patrimonio Cultural, Histórico y Natural de Huatusco, Miguel Ángel Flores Rodríguez, es un crimen la indiferencia en la que la sociedad ha caído. El rescate del templo y la torre de Santa Cecilia es una asignatura pendiente.
Flores Rodríguez informó que la construcción tiene alrededor de 116 años y, en su mayoría, las piedras con las que se edificó son de pirámides prehispánicas. La torre estuvo a punto de ser dinamitada en la Revolución, debido a que rebeldes se escondieron en ella, pero damas de alta sociedad juntaron una cantidad de dinero para ofrecerla al encargado y evitar su derribo.
Sobre el peligro de que el templo de Santa Cecilia se derrumbe, el historiador mencionó que la edificación soportó los peores embates telúricos del Siglo pasado y sigue de pie, por lo que es remota la posibilidad de su caída.
