CD. Mendoza.- Ayer, desde muy temprano, los panteones del corredor Acultzingo-Río Blanco abrieron sus puertas para recibir a 30 mil personas que visitaron las tumbas de sus seres queridos para llevarles flores, veladoras y música, a fin de culminar la celebración del tradicional Día de Muertos.
Los sitios que casi todo el año lucen vacíos, cobraron vida durante los días pasados por la festividad de los Fieles Difuntos y el arribo de personas que acudieron a limpiar, pintar, poner flores y hasta ofrendas en las tumbas de sus fallecidos. Algunos con mariachis y trios entonaron las melodías favoritas de sus seres queridos.
Los colores naranja de la flor de cempasúchil, el morado del moco de pavo y el blanco de la nube y gladiola, colorearon, la entrada, los pasillos y sepulcros de los lugares de descanso eterno.
Con lo anterior, se beneficiarion comerciantes de coronas y todo tipo de flores porque lograron buenas ventas. También los vendedores de antojitos mexicanos, ya que la mayoría de las familias después de llevar flores, desayunaron o comieron para convivir.
Además de ser un día importante dedicado a los Fieles Difuntos, también significó una fuente de empleo para 100 personas que ofrecieron sus trabajos de albañilería, acarreo de tierra y pintado.
