Córdoba.- Más de 20 vendedores ambulantes realizan su trabajo bajo el constante acoso de inspectores de Comercio, quienes los amenazan con decomisarles su mercancía, consistente en frituras y dulces principalmente, según señaló ayer un grupo de vendedores.
Los quejosos manifestaron, que uno de los inspectores que más los persigue para replegarlos del parque, es uno identificado sólo como Javier “X”, a quien señalan de arremeter contra los ambulantes, aún cuando él también vende diversos productos en la calle, como por ejemplo “bolsas de confeti y espumas de spray cuando son los desfiles”.
Juan Carlos, un vendedor de papas, recorre el parque, al igual que otros colegas suyos, pero luego se esconde en la entrada de un edificio. “Me vengo para acá porque ahí andan los -inspectores- de Comercio y empiezan a molestar”.
Lucio Gutiérrez, vendedor de dulces y cigarros, acusa que “hay un inspector gordo y moreno que se llama Javier, odia a los vendedores, pero él también vende, cuando hay desfiles vende bolsas de confeti y espumas”.
En otro extremo del parque, más vendedores pasan horas sentados junto a sus productos, temerosos de que sean descubiertos por los inspectores y cuando pueden venden.
Alexa, otra vendedora joven, deambula ofreciendo papas y cigarros en la explanada y los escalones del Palacio Municipal.
“Tememos que andarnos cuidando para que los inspectores no nos corran de aquí”, dijo.
