Alejandro Aguilar
El Buen Tono
CÓRDOBA.- Apenas unos días antes de que la administración del alcalde Juan Martínez Flores llegue a su fin, la fachada del Palacio Municipal muestra un deterioro prematuro e inaceptable. La pintura, que fue aplicada hace menos de un año como parte de un contrato por 1.6 millones de pesos, ya se está cayendo en varias secciones, exponiendo la pobre calidad de unos trabajos que fueron adjudicados a la propuesta más económica disponible.
Los documentos oficiales revelan que el Comité de Obras Públicas del municipio seleccionó deliberadamente la oferta más baja entre tres participantes. Blarma Construcciones, S. de R.L. de C.V., se impuso con un presupuesto de 1.6 millones de pesos, significativamente por debajo de las otras dos empresas invitadas: Serafín González Saavedra, con 1.81 millones, y ARA Ingeniería y Servicios de Construcción, con 1.88 millones de pesos.
Esta decisión, que priorizó el ahorro inmediato sobre la calidad y durabilidad, ha resultado en un evidente fracaso que ahora queda expuesto a la vista de todos.
El contrato, firmado el 15 de marzo de 2024, tenía como objetivo la rehabilitación de pintura y fachada del edificio principal del gobierno municipal, con un plazo de ejecución del 18 de marzo al 15 de mayo de ese mismo año.
La elección de la propuesta más barata, que no superó el año de duración, pone en entredicho los criterios de calidad y transparencia aplicados por el Comité de Obras Públicas del municipio, especialmente cuando la empresa adjudicada tiene vínculos políticos con Marco Antonio Aguilar Yunes, ex diputado federal y exsecretario del Trabajo en el estado.
La falta de durabilidad de los trabajos, visible antes de que termine el año, evidencia una grave falla en la supervisión y en los estándares de calidad exigidos, a pesar de que el contrato establecía deducciones por concepto de pruebas de labor y control de calidad, lo que a todas luces es sinónimo de corrupción.


