


Vaya coyuntura para la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Una vez más se encuentra frente a la sucesión en su presidencia con la posibilidad de que el Poder Ejecutivo —léase el Presidente— tenga la opción de intervenir o no en este proceso.
Hace cuatro años, cuando también estaba la sucesión en puerta, falleció unos meses antes (septiembre de 2009) el ministro José de Jesús Gudiño. El entonces presidente, Felipe Calderón, tuvo la oportunidad de enviar una terna para que el Senado votara al ministro que llenara esa vacante y que a su vez ese (a) ministro (a) pudiese participar en la votación por el nuevo presidente de la corte.
Esto le daba cierta injerencia en la votación de la presidencia de la SCJN al Poder Ejecutivo.
Calderón decidió enviar una terna de tres mujeres, ninguna de las cuales fue aprobada por el Senado. La cuchara del presidente Calderón quedó fuera de la votación por un nuevo presidente de la SCJN.
Fue hasta febrero de 2011, ya con la salida de Guillermo Ortiz Mayagoitia de la Corte y con Juan Silva Meza como su presidente, cuando la terna calderonista fue aceptada y se integró Jorge Mario Pardo Rebolledo a la Corte como ministro que cubriera la silla vacante que dejó la muerte de Gudiño.
Hoy el presidente Enrique Peña Nieto se encuentra en una coyuntura similar. Con la muerte del ministro Sergio Vals y la sucesión de Juan Silva Meza en puerta, Peña puede optar por dejar que los diez ministros actuales voten a su nuevo presidente o puede enviar tan pronto como el lunes una terna para completar la vacante que deja la muerte del ministro Vals y, a través del nuevo(a) ministro(a) intervenir en cierta medida en la vida interna del Poder Judicial.
¿Qué decidirá hacer Peña Nieto? Ésa debe ser la pregunta que les está quitando el sueño a los ministros en estos momentos ante la sucesión que tiene en puerta el 2 de enero de 2015.
Por lo pronto, mañana también se definirá quiénes de los ministros se inscribirán para buscar la presidencia de la Corte.
Como posibilidades están Luis María Aguilar; Arturo Zaldívar; Margarita Luna Ramos; Fernando Franco, Jorge Pardo Rebolledo y Alfredo Ortiz Mena.
Olga Sánchez Cordero no, ya que concluye su periodo en noviembre del año próximo, al igual que el actual presidente Juan Silva Meza, quien no puede reelegirse. Y Alberto Pérez Dayán parece comprender que lleva poco tiempo en la Corte y esto le impide ser un aspirante fuerte.
Esto es algo que Alfredo Ortiz Mena no parece estar tomando en cuenta sobre sí mismo, ya que ambos llegaron a la SCJN apenas en diciembre de 2012. La diferencia está en que Ortiz Mena se siente fuerte por su perfil fiscal que lo hace para algunos un defensor de los intereses del gobierno en la Corte.
Apostilla: ya con las inscripciones, el día de hoy, de los ministros que quieran ocupar la presidencia que deja Juan Silva Meza, entraremos en los detalles de las fortalezas y debilidades de cada uno de los candidatos para presidir un poder que siempre debió haber tenido la fuerza e influencia que hoy goza.
Twitter: @AnaPOrdorica


