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Sedicente funcionario se niega a pagar renta

Superiberia

Rafael Delgado.- Una situación desesperada es la que afronta una pareja de ancianos, ya que tras rentar un local a Job González Martínez, desde el pasado mes de junio, se niega a pagarles y se burla de ellos diciéndoles que le hagan como quieran, con la obvia intención de despojarlos de su propiedad

Concepción Rosas Baltazar, quien tiene 73 años, junto con su esposo es propietaria del establecimiento donde se ubica la rosticería “Los Güeros”, en este municipio, refirió que la situación económica por la que atraviesan es desesperante.

Indicó que a consecuencia de un accidente que tuvo hace tiempo se fracturó el peroné, por lo que se tuvo que someter a diez cirugías de reconstrucción y hoy en día requiere de una andadera para caminar.

Por lo que respecta a su marido, Gustavo Rocha Cruz, de 80 años, refirió que a consecuencia de los problemas que han tenido con González Martínez, recientemente sufrió un derrame cerebral.

“No me quieren pagar, y dicen que le haga yo como quiera, pero no se saldrán. Yo les dije que ese local se los renté de buena fe y no es para que me hagan esto, pero su media hermana (de Job González) es muy grosera”, comentó.

Incluso, indicó, cuando en compañía de una sobrina de ellos pretendió poner una mesita para vender chileatole afuera del local, la señora le aventó la mesa y le dijo que no se podía poner en ese lugar porque ella era la dueña y no se lo permitía, arremetiendo contra ella.

“La mujer me dijo que no se van salir de ese lugar”, añadió.

Doña Concepción Rosas comentó que son más de 20 mil pesos los que le deben de renta por el lugar, el cual, al no ser suyo, lo han descuidado.

Ese dinero que obtenían de la renta, indicó, lo usaban para sostenerse ella y su esposo para comprar sus
medicinas.

Agregó que recurrió al ayuntamiento para solicitarles el apoyo, pero a pesar de que el síndico Gilberto Isidro Carrillo ha citado a Job González ya por tres ocasiones, éste nunca
ha acudido.

Señaló que esta persona los amedrenta diciéndoles que es funcionario del Ayuntamiento de Nogales, igual que su papá, Saúl Granados González, por lo que es influyente y no le podrán hacer nada, por lo que la pareja de ancianos ya no sabe qué hacer para acabar con esta injusticia que
están viviendo.

 

agencia

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