


De la Zona.- El derretimiento de los glaciares y sus consecuencias es un fenómeno que no es reciente, pero cuyas consecuencias se han ido agravando en los últimos tiempos, uno de ellos es el hallazgo del cadáver momificado de un alpinista, en la cara Norte del Pico de Orizaba.
Estudios recientes publicado en El Buen Tono han determinado que si la reducción de la superficie en el glaciar Jamapa, que se localiza en el Pico de Orizaba, la provocaron factores ambientales o proviene de un incremento en la temperatura registrada bajo la superficie, especialistas de la Universidad Veracruzana (UV), a través del Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) y en colaboración con la Universidad de Texas en San Antonio, realizan monitoreos al respecto.
El investigador del CCT Carlos Welsh Rodríguez, dio a conocer que el proyecto de evaluación del sitio surgió de una invitación de colaboración entre la universidad estadounidense y la UV, a través del Centro de Investigaciones de Montaña y ellos.
Refirió que existen estudios previos hechos por la propia universidad estadounidense y la UNAM, en los que se detectó que en un lapso de 40 años se perdió cerca de 50 por ciento de su superficie, es decir de 1950 a 1990. “Pero además, de 1990 a 2003 la pérdida fue mayor y se supone que de las estimaciones de 1950 a 2011, es cercana al 60 por ciento de la superficie”, añadió.
A efecto de estudiar estos fenómenos y analizar si tienen relación con el calentamiento de la atmósfera, la Universidad de Texas y el CCT, dieron a conocer que instalaron medidores de temperatura y humedad en dos puntos del glaciar para saber qué ocurre con las variaciones que registra. La
información obtenida la asociarán con los cambios a escala global.
Lo anterior, dijo es “para saber si un fenómeno atmosférico global está incidiendo en los efectos del glaciar”.
Mencionó que el pasado 23 de diciembre instalaron la primera estación y se recogerían sus primeros datos, con la finalidad de analizar si existe una relación con los fenómenos globales o a media escala en el país y si tiene incidencia en la temperatura de la zona.
La primera etapa de dichas estaciones contempla la medición y recolección de datos durante dos años para averiguar si la atmósfera está incidiendo directamente sobre la pérdida del glaciar, precisó la fuente. “Hay otros colegas de la Universidad de Texas que consideran que no hay evidencias sobre mediciones del subsuelo, entonces quieren saber si existe un calor geotérmico que incida directamente en la pérdida de superficie del glaciar”.
Respecto a las estaciones de monitoreo, Welsh Rodríguez informó que una de ellas se instaló a los 4 mil 220 metros sobre el nivel del mar y la otra sobre los cinco mil 20 metros.
Agregó que con base en los primeros estudios de radar que fueron parte de una investigación con el equipo de la Universidad de Texas, las mediciones que se hicieron sobre el perfil vertical del glaciar ubicaron zonas con una cobertura de aproximadamente 20 metros de profundidad de hielo, pero también otras muy delgadas donde se registra apenas un metro y medio o dos metros de hielo.
“Este verano se repetirá el proceso con equipo de radar para saber si cambió esa dimensión de profundidad”, concluyó.
El Buen Tono


