

AGENCIA
Internacional.- Sergey Brin, cofundador de Google y Alphabet, ha generado controversia al sugerir que los empleados deberían trabajar hasta 60 horas a la semana para alcanzar el “punto dulce de la productividad”, según reportes del New York Times. Esta postura se alinea con la visión de otros magnates tecnológicos como Elon Musk y Carlos Slim, quienes también han defendido semanas laborales más extensas en aras del rendimiento empresarial.
Brin expresó esta visión a sus colaboradores dentro del contexto del desarrollo de Gemini, el ambicioso proyecto de inteligencia artificial de Google. Afirmó que trabajar seis días a la semana o extender las jornadas laborales a 12 horas diarias de lunes a viernes permitiría mayores avances tecnológicos. “Recomiendo estar en la oficina al menos todos los días laborables”, señaló Brin, enfatizando que una menor dedicación puede ser desmotivante para el equipo.
El empresario, cuya fortuna se estima en 132 mil millones de dólares, considera que quienes cumplen solo con lo mínimo necesario “no solo resultan improductivos, sino que pueden desmoralizar al resto del equipo”. Su enfoque pone énfasis en el trabajo intenso como motor del éxito en el competitivo entorno de la innovación tecnológica.
Una postura compartida por otros titanes
El planteamiento de Brin no es aislado. Elon Musk, CEO de Tesla, SpaceX y X, ha defendido públicamente jornadas laborales de más de 100 horas por semana. Incluso ha calificado el trabajo durante los fines de semana como un “superpoder” para superar a la competencia.
En su gestión al frente de X, Musk ha exigido a su equipo comprometerse con una cultura de “largas horas de alta intensidad”, advirtiendo que quienes no se adapten deberían dejar la empresa.
En el ámbito latinoamericano, Carlos Slim, el empresario más rico de México, también ha abogado por semanas laborales más largas. Slim ha defendido las 48 horas semanales, argumentando que trabajar más puede llevar a mayores ingresos y una mejor calidad de vida, en contraste con la idea de “trabajar menos y ganar menos”.
Contraste con debates globales
Las declaraciones de Brin surgen en un contexto global donde algunos países, como México, discuten precisamente lo contrario: La reducción de la jornada laboral. Temas como el envejecimiento poblacional, el derecho al descanso, y la viabilidad de los sistemas de pensiones han puesto sobre la mesa la necesidad de repensar los modelos laborales actuales.
Mientras los líderes tecnológicos promueven un modelo de productividad basado en la extensión de la jornada, crece el debate sobre si este enfoque representa progreso o retroceso en los derechos laborales, especialmente ante los desafíos sociales y económicos que enfrentan millones de trabajadores en el mundo.
La visión de Brin, Musk y Slim reabre la discusión sobre hasta qué punto el trabajo intensivo es sostenible y equitativo en una era marcada por avances tecnológicos, automatización y creciente conciencia sobre la salud mental y el bienestar laboral.
