Córdoba.- A un año de haber iniciado los trabajos de pavimentación hidráulica en los primeros 20 kilómetros de la autopista federal en el tramo Cuitláhuac-Ciudad Mendoza, la obra continúa siendo un peligro para quienes transitan por esta zona.
Los trabajos de pavimentación iniciaron en agosto del 2013. En su primera etapa se pavimentaron ambos carriles de la red carretera con dirección a Veracruz, desde Córdoba hasta la zona conocida como Rancho Trejo.
Posteriormente se dio continuidad con los carriles de ascenso.
Actualmente el avance de la obra abarca un promedio de 10 kilómetros, pues los trabajos apenas han alcanzado a cubrir hasta el kilómetro 289 de la carretera, un kilómetro antes de la caseta de cobro de peaje de Fortín.
Aunado a la lentitud de la obra, las condiciones en las que se encuentran varios puntos de la carretera son deficientes y ponen en riesgo la vida de los automovilistas.
En un recorrido por el lugar se constató la falta de muros de contención, principalmente sobre el tramo que comprende la primera etapa de pavimentación, es decir, desde Rancho Trejo hasta los entronques de las entradas a Fortín de las Flores.
En estos puntos, a cada cierta distancia, se colocaron montículos de tierra como modo de prevención en caso de accidentes.
En el cruce del trébol de La Luz hacia Veracruz las juntas o uniones hechas para conectar la vialidad con el puente construido en la zona han comenzado a deteriorarse.
En el lugar se aprecia una enorme grieta de aproximadamente 20 centímetros de ancho, la cual hace cimbrar a los automóviles a su paso.
Cercano al kilómetro 288, justo a la altura del puente de Fortín de las Flores, —en la zona de los tianguis—, las barras de contención que fueron cortadas para facilitar los trabajos de la obra permanecen rotas y expuestas sobre la carretera, incrementando el riesgo para las personas en caso de
un accidente.
En este mismo tramo, que comprende de La Luz a la caseta de cobro de Fortín, la señaléctica fue retirada. Ya no existe señalamiento que indique los límites de velocidad ni los puntos de reincorporación a la zona urbana que, en este caso, son dos: al Tecnológico de Monterrey en el carril de descenso y a la calzada Eugenio Garza Sada, (que comunica con Crucero Nacional), en el carril contrario.
Justo un kilómetro antes de llegar a la caseta de cobro de peaje se encuentran los tramos carreteros que aún no han sido rehabilitados, los cuales presentan baches y hundimientos cubiertos por basura y agua de lluvia.
Aunque los trabajos de pavimentación no se han suspendido, ya que todavía se aprecian trabajadores en la zona, la falta de señalamientos y delimitaciones de la carretera ha sido aprovechada por comerciantes ambulantes y conductores del servicio de transporte público quienes aprovechan para hacer parada en sitios no permitidos.
Trabajadores de la SCT que se encontraban trabajando sobre la autopista durante el recorrido por los reporteros de El Buen Tono, se negaron a proporcionar detalles técnicos de la obra.
Aunque reconocieron la falta de muros de contención y señalética, afirmaron que “son detalles que se dejaron para el final”.
Yessica MartÌnez a.
El Buen Tono
