
De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- Niños de hasta ocho años cargando cajas bajo el sol, persiguiendo turistas para vender baratijas o mendigando junto a padres en situación de calle. Son imágenes cotidianas en esta ciudad, donde el trabajo infantil crece sin control, mientras el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal se limita a observarlo, sin acciones efectivas.
Entre 2022 y agosto de 2024, el DIF detectó 394 casos de menores en situación de trabajo infantil, pero su intervención no va más allá de “recomendaciones” a los padres. 98 de esos niños fueron víctimas de maltrato, abuso sexual o negligencia, pero sólo 35 fueron resguardados en casas hogar; el resto fue devuelto a los entornos que los pusieron en riesgo.
Los llamados “recorridos de calle”, supuestamente diseñados para proteger a los menores, se reducen a advertencias intrascendentes.
Ni un solo empleador explotador ha sido sancionado en dos años, pese a que la Ley de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de Veracruz exige su protección integral.
El cinismo institucional queda al descubierto en el oficio DIF-048/2024, donde el organismo se autodenomina “supervisor”, no garante de derechos.
