
Cosolapa.- La Policía Estatal de Oaxaca sigue acumulando denuncias en su contra por tortura y abuso de autoridad, esta vez por parte de un panadero que fue detenido por supuestamente disparar al aire en estado de ebriedad en su negocio.
El día de los hechos, la Policía llegó al domicilio de Edmundo Trujillo Robles, de 31 años de edad, a quien supuestamente habían reportado de disparar al aire, pero cuando los uniformados llegaron al lugar, el panadero estaba dentro de su negocio.
Por ello, el comandante Galván intentó hacerlo salir de su negocio, pero al ver que el sujeto desistió, los elementos policiacos se introdujeron a la panadería y sacaron a Edmundo para detenerlo; al no hallarle la supuesta pistola, comenzaron a buscar en el interior del lugar, pero no tuvieron éxito, por lo que desistieron.
En ese momento llegó su empleado, Luis Raúl Franco, de 30 años de edad; al verlo llegar, los policías comenzaron a interrogarlo para que les diera la pistola, pero al ver que no lograban nada por las buenas, lo comenzaron a golpear.
Al no lograr que les entregara la supuesta arma, dejaron de golpearlo, pero se llevaron a su patrón detenido, indicándole al empleado que no se atreviera a denunciar porque le pesaría.
Edmundo fue trasladado a la Zona Urbana, municipio de Acatlán, donde fue bajado en una casa de seguridad.
En ese lugar, Edmundo comenzó a ser golpeado por los policías para que les dijera dónde tenía las armas, pero sólo se limitó a decir que no tenía arma alguna en su poder, por lo que molestos, los policías lo torturaron con mayor saña, “el comandante Galván agarro un tubo que se hacía largo (tolete retráctil), el cual envolvió con una toalla y lo golpeó en el estomago, luego tomó una pistola y la puso en manos del detenido para después accionarla y dejar rastros de pólvora en sus manos”.
Después de la golpiza, el panadero fue llevado a la ciudad de Oaxaca para ser puesto a disposición de las autoridades federales, pero al ser revisado, el médico legista determinó que el detenido presentaba varios golpes contusos en el cuerpo, por lo que realizó el reporte médico correspondiente.
Al ser revisadas las credenciales de los policías, tres de ellos no contaban con la acreditación debida, por lo que fueron sacados del lugar, y posteriormente reportados a su jefe inmediato para que en las próximas horas fueran presentados con las acreditaciones correspondientes; de lo contrario serían investigados.
Julio Valdivia
El Buen Tono
