


De la Redacción
El Buen Tono
Región.- Con una hoja de vida que parece un juego de sillas musicales burocrático, Cantón ha demostrado una habilidad magistral para aterrizar en cargos de confianza y elección popular sin importar la sigla partidista que ostente en el momento. Su perfil es la encarnación de una práctica tan antigua como dañina: el arribismo político. Ahora Carmen Cantón Croda será la nueva directora del Instituto Tecnológico Superior de Huatusco
Inició como directora de Comunicación Social en el ayuntamiento de Huatusco, para luego dar el salto a la presidencia municipal de Comapa. Tras ese periodo, regresó a su rol inicial en Huatusco, luego saltó a la misma dirección en Camarón de Tejeda, y de ahí a un puesto de mayor nivel en la Secretaría de Finanzas y Planeación del estado. Este recorrido no es el de una servidora pública con una visión de estado, sino el de una profesional de la simulación, que ha hecho del erario su modus vivendi, cambiando de trinchera según sople el viento a su favor.
Su nombre se vio salpicado por acusaciones de un fraude masivo relacionado con la promesa de viviendas que nunca se construyeron, donde presuntamente se desviaron millones de pesos de familias vulnerables. A esto se suma su relación con personajes vinculados al crimen organizado, incluyendo a su pareja, detenido por secuestro, y un cuñado acusado de delitos graves. Este entorno personal genera preguntas incómodas sobre los códigos éticos que rigen su vida privada y, por extensión, su gestión pública.
Ahora, con su reciente nombramiento como directora del Instituto Tecnológico Superior de Huatusco, se consolida un patrón: Carmen Cantón no se va, solo se recicla. Su caso es un ejemplo claro de cómo una clase política se perpetúa a sí misma, saltando de un cargo a otro, protegida por un sistema que premia la lealtad a la cúpula por encima del mérito y la honorabilidad.
Su falta de principios ideológicos queda al descubierto con su paso por partidos antagónicos como Acción Nacional y el Revolucionario Institucional, antes de encontrar un nuevo hogar en Morena.

