


En los últimos años, ciertas decisiones individualistas y orientadas al beneficio personal, tomadas por el actual Consejo Administrativo —conformado por pseudoempresarios— han impactado negativamente en el funcionamiento, el ambiente y la reputación del Club Campestre Cordobés.
Un claro ejemplo de esta situación es el maltrato hacia alumnos, socios y usuarios, el cual, según diversos testimonios, ha sido reportado en reiteradas ocasiones al departamento de Recursos Humanos y a la Gerencia, sin que se haya tomado acción alguna por parte del Consejo Administrativo.
Además, se ha tenido conocimiento de la existencia de un convenio denominado “Programa Académico de Alto Rendimiento”, firmado el 26 de febrero de 2025 en las instalaciones de la Universidad Anáhuac por parte del presidente del consejo, Ing. Rodolfo Becerra; el vicepresidente, C.P. Víctor Menéndez; y el secretario técnico, Lic. Martín Becerra. El objetivo aparente del acuerdo era posicionar tanto a la universidad como al club como un centro estratégico para el desarrollo de atletas de alto rendimiento.
No obstante, diversos rumores señalan que este convenio fue promovido principalmente por la familia Becerra, presuntamente con fines de beneficio personal.
Esta decisión ha generado un notable malestar entre los socios, ya que provocó la cancelación de clases particulares para niños y adultos, así como la cesión de espacios e instalaciones a jóvenes ajenos al club. Según fuentes internas, solo un número reducido de socios ha sido beneficiado, mientras que la gran mayoría ha resultado afectada.
Como consecuencia, muchos socios se sienten desplazados, con menos acceso a las actividades deportivas e instalaciones por las que pagan mensualmente una suma considerable, y que forman parte esencial de su experiencia en el club.
Nos preocupa profundamente que una institución educativa de tanto prestigio como la Universidad Anáhuac haya firmado un convenio con una administración que actualmente enfrenta serios cuestionamientos por malas prácticas laborales y una gestión interna deficiente, lo cual podría comprometer su propia reputación, especialmente en una ciudad como Córdoba, donde dicha universidad goza de gran estima.
Hacemos un llamado respetuoso pero firme a la universidad para que revise cuidadosamente los términos de este convenio, evalúe las condiciones actuales del club y considere las implicaciones que esta alianza puede tener sobre su imagen institucional.
El Club Campestre Cordobés debe volver a sus raíces: a los valores de excelencia, comunidad y respeto que lo convirtieron en un referente. Urgimos a una reflexión colectiva que permita recuperar el espíritu de unidad, transparencia y participación que debe regir en toda institución digna de confianza, exigen socios del Club.


