
México.– El discurso del “México en paz” y la ausencia de una estrategia pública e integral de combate al narcotráfico y el crimen organizado en la administración de Enrique Peña Nieto, han redundado en un incremento de asesinatos producto de la violencia y la inseguridad en el país.
Hasta alcanzar, en los primeros 32 meses del regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a Los Pinos, la cifra de 57 mil 410 homicidios dolosos. Si comparamos este número con los primeros 32 meses del sexenio de Felipe Calderón, o con los tres últimos años del Gobierno panista, la cifra de Peña supera el pasado inseguro.
El Secretariado Ejecutivo reportó 33 mil 347 averiguaciones previas por homicidio doloso entre el 1 de diciembre de 2006 y el 31 de julio de 2009, es decir, en los primeros 32 meses del calderonato; mientras tanto, la misma institución registró 47 mil 988 averiguaciones previas y víctimas por homicidio doloso del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2015, también en los primeros 32 meses del actual sexenio.
Al llegar ambos mandatarios a su Tercer Informe de Gobierno, oficialmente Peña superó a Calderón con 14 mil 641 asesinatos intencionales.
Asimismo, mientras en el sexenio de Felipe Calderón, Zeta documentó 83 mil 191 ejecuciones, Enrique Peña Nieto llegó a 57 mil 410 sólo en 32 meses; es decir, de mantenerse el promedio de mil 794 asesinatos mensuales, el mandato peñista registrará alrededor de 130 mil asesinatos intencionales.
De 2010 a octubre de 2012, el último trienio de Felipe Calderón Hinojosa, se contabilizaron 61 mil 775 asesinatos relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico. Durante los 32 meses de Peña, de 2012 a julio de 2015, los muertos han caído por cientos hasta llegar a 57 mil 410; si se considera el promedio de mil 800 homicidios dolosos por mes, para octubre de 2015, la cifra en el Gobierno de Peña habrá alcanzado 62 mil 810 ejecutados, y para diciembre se situaría en 66 mil, sobrepasando en cualquiera de los dos escenarios, lo acontecido en el último trienio de su antecesor.
La diferencia en la política de combate a la inseguridad entre uno y otro gobierno es sustancial. Mientras la seguridad fue el eje del sexenio de Calderón, las reformas lo han sido de Peña. Ni una ni otra funcionaron.
