AGENCIA
Internacional.- El supertanquero Kelly, con bandera de Panamá y cargado con crudo venezolano, regresó a aguas de Venezuela luego de que Estados Unidos intensificara la intercepción de petroleros vinculados al comercio petrolero del país sudamericano, informó el martes el servicio de monitoreo TankerTrackers.com.
El buque había zarpado la semana pasada desde Venezuela transportando petróleo, casi al mismo tiempo que el tanquero Centuries, también con bandera panameña. Ambos navíos salieron escoltados por embarcaciones de la Armada venezolana, de acuerdo con fuentes citadas por el servicio especializado.
La Guardia Costera de Estados Unidos interceptó el sábado al Centuries, que transportaba alrededor de 1.9 millones de barriles de crudo pesado venezolano Merey. Además, las autoridades estadounidenses mantenían la persecución de otro buque vacío que se dirigía hacia Venezuela, miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Tras estos hechos, el Kelly dio marcha atrás y actualmente se encuentra completamente cargado en aguas venezolanas, cerca del puerto de Amuay, en el noroeste del país, una de las principales instalaciones de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), según TankerTrackers.com.
La situación ha generado un cuello de botella en el comercio petrolero venezolano. Más de una docena de buques cargados permanecen en aguas del país a la espera de nuevas instrucciones de sus propietarios, luego de que Estados Unidos incautara a principios de mes el superpetrolero Skipper y atacara a otros dos petroleros durante el pasado fin de semana.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la semana pasada un “bloqueo” a todos los barcos sancionados que entren o salgan de Venezuela, como parte de una estrategia para incrementar la presión contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En paralelo, la autoridad marítima de Guyana informó este mes que al menos uno de los buques involucrados en estas operaciones enarbolaba una bandera guyanesa falsa. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Panamá señaló que algunos de los petroleros interceptados por Estados Unidos no cumplían con las normas marítimas exigidas por su país.
El endurecimiento de las acciones estadounidenses complica aún más las exportaciones de crudo venezolano y eleva la tensión en las rutas marítimas del Caribe, en un contexto de creciente presión internacional sobre el sector energético de Venezuela.
