in

Tianguistas exceden el tiempo permitido

Superiberia

Ciudad Mendoza.- La mayoría de los 150 comerciantes del tianguis de la calle Madero no respetan el horario permitido para instalar sus puestos, ya que comienzan a montar sus estructuras desde la madrugada del martes, lo que ocasiona la molestia de los habitantes que viven en esa arteria y que piden la intervención de las autoridades de Comercio.

La queja de los vecinos de esa arteria, desde la avenida Morelos a la Santos Degollado, es que los vendedores que tienen permitido vender ahí únicamente los días martes, llegan con sus camionetas de mercancía desde el lunes en la noche o de madrugada, e irrumpen la tranquilidad y el descanso.

“Está bien que los señores lleguen a trabajar, pero que respeten sus horarios porque ahora ya llegan desde la noche o a las 02:00 o 03:00 horas con su música y su escándalo con los tubos y lonas de sus puestos, y no dejan dormir. Que respeten porque aquí es calle de todos, pero a ellos no se les molesta, y se les deja trabajar sin problemas”, indicó.

Por lo anterior, un grupo de vecinos pidió la intervención del departamento de Comercio para que regulen a los vendedores y los hagan cumplir el acuerdo de instalarse solo días martes.

Al respecto, uno de los representantes de los comerciantes, Trinidad de Los Santos Marcelino, reconoció que el horario autorizado por el Ayuntamiento para la instalación y permanencia de los puestos en la calle Madero, es de las 05:00 a las 19:00 horas, un acuerdo que dijo debe ser respetado por los vendedores para no causar molestias entre la población.

“Algunos compañeros abusan de su espacio y me refiero en tiempo, ya que hay algunos que ahora están llegando o se empiezan a instalar desde un día antes del tianguis, es decir desde el lunes por la noche y el martes levantan ya un poco tarde, yo creo que la medida o la solución la tienen las autoridades para corregir esta falla de los compañeros”, puntualizó.

CANAL OFICIAL

Se necesitan más recursos para los pueblos indígenas

Garantizado el abasto de libros